I próximo coche será eléctrico?". Es probable que muchas personas ya se hayan hecho esta pregunta. Con ilusión unas, con recelo otras, pero todas con incertidumbre ante lo desconocido. Hoy nadie duda de que el porvenir va a ser eléctrico; lo que no está tan claro es cómo y cuándo llegará. De momento, el sector del automóvil adelanta a otros de la industria y a la sociedad a la hora de arrimar el hombro para descarbonizar el planeta. Afronta el reto despidiéndose de los motores de explosión y proponiendo sofisticadas creaciones 100% eléctricas como el IONIQ5. Hyundai hace un poco más creíble la transición energética hacia los modelos a batería por medio de este insólito y corpulento crossover, que ofrece configuraciones de 170 a 305 CV y promete hasta 481 km de alcance; abre su tarifa oficial en 43.620 euros.

La esencia de todo vehículo eléctrico, el factor que lo distingue o lo camufla entre los demás, es su sistema de impulsión y alimentación. En el IONIQ5 es un capítulo tan importante como para dedicarle especial atención. Así que antes vamos con lo que salta a la vista.

Lo primero que sorprende del flamante modelo es su imagen equívoca. En fotografía parece un turismo compacto de cinco accesos, con un punto de vigorexia para acompasarse a la moda SUV. Cultiva un estilo minimalista digno de un prototipo, que aporta dinamismo e identidad propia con una colección de rasgos peculiares: el capó con forma de concha, los tiradores encastrados en las puertas, las luces de píxeles paramétricos dibujando varias U, los sensores de las ayudas a la conducción a modo de parrilla frontal, los paragolpes en forma de V con tomas de aire activas, etc.

En cambio, visto al natural, el IONIQ5 llama la atención por su considerable tamaño, mayor que el del Tucson: presenta una longitud de 4,63 metros, una altura de 1,60, una anchura de 1,89 y una batalla de 3,0. Esas cotas se consiguen gracias a la avanzada plataforma, diseñada específicamente para albergar las baterías en el piso, entre los ejes. Dicha configuración propicia una nueva sorpresa al acceder a su interior y descubrir una amplísima cabina, capaz de acomodar a cinco adultos.

Las butacas delanteras, provistas de múltiples reglajes, son difíciles de mejorar y deparan una conducción confortable y relajada. El asiento trasero (deslizante) concede mucho sitio para las piernas y bastante holgura para los hombros, aunque su banqueta demasiado elevada dificulta encontrar una buena postura; en especial a las personas más altas, cuya cabeza roza el techo. A su espalda, el modelo habilita un portaequipaje con 513 litros útiles, capacidad a la que hay que añadir el hueco disponible en el vano delantero (24 o 57 litros, dependiendo de la versión).

El desahogo interior no es lo único que llama la atención. El IONIQ5 exhibe una puesta en escena inconfundible, tecnológica y espartana a partes iguales. Presenta un sencillo puesto de mandos dominado por un tablero flotante que integra dos pantallas de 12 pulgadas, una central para gestionar el sistema de información y entretenimiento y otra con los controles tras el volante; sobre esta, el Head-up display proyecta en el parabrisas datos relevantes de la conducción en realidad aumentada. Además, entre los asientos aparece una práctica consola apoyabrazos desplazable, que incluye un cargador de smartphones. Hyundai da una segunda vida a materiales procedentes del reciclaje al emplearlos en la confección del habitáculo (asientos, revestimientos, pinturas, alfombrillas, etc.). Consigue una puesta en escena innovadora y cuidada, que genera al conjunto una notable sensación de calidad.

En su condición de escaparate tecnológico de la marca, el IONIQ5 colecciona la última generación de ayudas a la conducción, que la marca engloba en el paquete SmartSense. Dispone de asistente en carretera, que añade función de cambio de carril a las de vigilancia de trayectoria; cuenta también con control inteligente de velocidad, gestor y monitor de ángulo muerto, luz de carretera automática, detector de atención del conductor, ayuda en salidas sin visibilidad, visión periférica 360º, sistema de prevención de colisiones frontales (interviene en giros y cruces, y puede detectar vehículos, peatones y ciclistas), etc.