a próxima generación del Sportage está más cerca. El mes que viene comienza la comercialización de una quinta remesa del popular todocamino que ilusiona a los concesionarios de Kia y mete miedo a la competencia. Unos y otra tienen motivos sobrados para reaccionar así. Por empaque, que es esa mezcla de diseño conmovedor y sensación de calidad, el Sportage, se perfila como un serio aspirante a dominar la categoría de moda. Al modelo, que llegará a manos de sus primeros compradores en 2022, solo le resta ahora confirmar los buenos pronósticos previos revalidando la apuesta tecnológica y la relación calidad-precio de sus antecesores.

La entrega a punto de debutar deja bien patente el salto generacional a través de su imagen. Evoluciona el diseño actual en un proceso modernizador respetuoso, nada desleal por lo que al envoltorio se refiere, y bastante más intenso a bordo. Destaca el cambio radical en la configuración del puesto de mandos, equipado con una doble pantalla que aglutina el cuadro de instrumentos y el sistema multimedia. El Sportage 2022 mantiene unas proporciones semejantes las de la remesa saliente. Crece unos centímetros de largo hasta alcanzar 4,51 metros, lo que ha de garantizar una buena habitabilidad para cuatro o cinco adultos, y ofrece un portaequipaje de hasta 591 litros.

Kia sigue inmersa en un proceso de electrificación progresiva de su gama, que como es lógico incumbe a este nuevo producto. Eso se traduce en el estreno de una variante PHEV del modelo. Esta versión híbrida enchufable irá acompañada de otra HEV, autorrecargable sobre la marcha.

Ambas hacen trabajar solidariamente a un motor de gasolina (180 CV) y a un bloque eléctrico. Este ingrediente es el que marca la diferencia entre una y otra variante. La que se reabastece en una toma de corriente instala una unidad eléctrica más potente (90 CV) y la asocia a un batería de 13,8 kWh; consigue así una potencia total de 265 CV. Por su parte, la motorización híbrida convencional recurre a un motor eléctrico menos solvente (60 CV) asistido por un acumulador de 1,49 kWh, con lo que el rendimiento del conjunto alcanza los 230 CV.

El protagonismo creciente de la electrificación no excluye de la gama las propuestas térmicas. El Sportage tiene previsto mantener en catálogo versiones gasolina y diésel. El propulsor empleado en las variantes mixtas, el 1.6 T-GDI, está disponible en solitario, en declinaciones de 150 y 180 CV; esta última va provista de sistema mild hybrid. Esa modalidad de hibridación suave también apoya a la interpretación más potente del motor diésel, disponible con 115 y 136 CV. Las dos motorizaciones más sencillas, puramente térmicas, transmiten su energía a las ruedas delanteras. Las demás versiones tienen tracción integral.