El modelo de acceso de la renacida marca es el ZS, un crossover de línea agradable y proporciones bastante comedidas que emplea un sistema de propulsión totalmente eléctrico. Envía 143 CV a las ruedas delanteras. Emplea una batería de 44,5 kWh, que permite cubrir 263 km con una carga completa; se reabastece en siete horas enchufado a una toma de corriente alterna de hasta 6,6 kW, o bien en 104 minutos conectado a una fuente continua de 100 kW. El nuevo SUV, que pesa tonelada y media, homologa una velocidad punta de 140 km/h y una capacidad para progresar hasta 100 km/h en 8,2 segundos.

No es el más eficiente de una categoría en la que militan las variantes 100% eléctricas del Kia Niro, el Hyundai Kona o el Peugeot 2008. Pero sí es el más asequible, puesto que arranca con un PVP al borde de los treinta mil euros. Los descuentos promocionales y por financiación, sumados a las bonificaciones ofrecidas en los planes de renovación del parque (con hasta 7.000 euros de rebaja por achatarrar un modelo obsoleto) recortan el desembolso por la versión más modesta hasta esos 22.000 euros publicitados con asterisco.

La elección de un color determinado o de un equipamiento superior al básico (sale con navegador, pantalla táctil de 8 pulgadas con conexión de smartphone, control de crucero adaptativo y llantas de aleación de 16 pulgadas) elevan algo más de dos mil euros el precio final del MG ZS. Su envase de cinco puertas ocupa 4,13 metros, ofrece cinco plazas y un maletero de 448 litros.