lOS hay finos con mosca que dan un aire de espadachín, o ingleses, típicos de un verdadero gentleman con las puntas hacia arriba. Algunos parecen casi carnavalescos, tipo Freddy Mercury, o escultóricos como el de Dalí. Y es que noviembre es el mes de los bigotes. Ayer varios de los integrantes de Uribealdea Rugby Kirol Elkartea se dejaron arreglar el vello facial por una buena causa, Movember, contracción en inglés de Moustache (bigote) y November (noviembre). Una iniciativa solidaria para concienciar sobre el cáncer de testículos y próstata y un original movimiento que lleva en pie de guerra desde hace varios años, íntimamente ligado al rugby, “ese deporte de bestias jugado por caballeros”.

A punto de perfilar su mostacho estaba ayer Aketza, absolutamente concienciado. “Mañana (por hoy) haremos la tradicional visita a la Unidad Pediátrica de Oncología de Cruces, repartimos entre los niños balones, pegatinas y pasamos la mañana con ellos”, aseguró este veterano en la recaudación de fondos a favor de la salud masculina. “La iniciativa nació en Australia cuando un grupo de amigos y jugadores de rugby decidieron dejarse bigote para apoyar a uno al que le habían detectado cáncer de testículos. Así que desde hace ya tiempo nos afeitamos a principios de mes y nos dejamos crecer la barba para quedarnos luego con el bigote”, explicó resuelto Aketza Arabiourrutia.

Jessica Martín, el alma de la barbería La Bilbaina, en la calle Villarías 1, ejecutaba ayer los rasurados de estos jugadores con precisión de cirujano. Porque las barberías, esos establecimientos de halo romántico, de navaja y brocha de cola de tejón, están resurgiendo. Bastó con la llegada del fenómeno hipster para que muchos volvieran a sentirse atraídos por estos locales de sillones hipnotizantes.

“Jessica también apoyó esta causa el pasado año, nos afeitó, nos hicimos fotos y promocionamos el Movember con la hucha que tiene instalada en la barbería donde se recaudan fondos para ayudar en la investigación”, indicaron. Esperando su turno estaba también Ales Lopezortega, rubio y algo más barbilampiño. “Si consigo que me salga barba me dejo bigote todos los años”, comentó.

Todos esperaban quedar niquelados. “Normalmente voy afeitado, pero este mes me he dejado crecer la barba para que Jessica me deje guapito. Además quiero un bigote extravagante”, indicó Diego Jiménez, el Guanche. “Yo me voy a quitar la perilla y que ella haga lo que quiera que para eso es la estilista”, afirmó Ibon.

Como todo equipo de rugby que se precie, ayer tampoco podía faltar la cerveza. Por eso de la birra se encargaba Tito Blas, jugador, y fabricante de cerveza artesanal en Gorliz que lucía una hermosa barba. “Yo colaboro aportando la cerveza. En lugar de pagar la caña, que donen el coste directamente a Movember. Pero si hay que arreglarse la barba, yo quiero perilla y un bigote macarra”, reclamó.

Todos pasaron por las manos expertas de Martín que hizo posible que los mostachos solidarios luzcan en todo su esplendor. Todos menos Eneko Ansoleaga, un exponente casi perfecto de barba virgen. “Mi bigote es peor que el Don Celes, así que la barba ni tocar”, bromeó . Por algo, Martín reconoce que los bigotes son más difíciles de mantener que las barbas “que son mucho más cómodas para los chicos”. Ella lleva todo este mes encargándose de quitar el exceso de vello facial y dejando solo mostachos a clientes que han ido realizando sus aportaciones en la hucha solidaria. “Estos días ha pasado mucha gente y con barbas guapas, barbas que casi daba pena quitar”.