HUBO un tiempo en el que los barcos llegaban hasta la iglesia de San Antón, justo hasta la entrada de las murallas que protegían la capital vizcaina. En la Edad Media, esa zona de la Ribera era el Puerto de Bilbao, salida para los buques de mercancías hacia Europa. La vida continúa y ahora es una zona en la que se asoma un espacio de oportunidades, con una amplia oferta gastronómica y de ocio. “Bilbao está de moda”, lanzó la instagramer de moda Ainhize Ruiz. “Hay muchos sitios preciosos en los que la comida es exquisita y en los que se pueden tomar buenos cócteles. Son espacios que me encanta visitar y que luego recojo en @ainhizeruiz. Tengo mucha gente que me sigue y si puedo ayudarles a elegir, por mi parte encantada”, destacó.

Un veintena de influencers de moda y gastronomía compartieron recientemente una experiencia de sabores transformadores y cautivadores en el restaurante Botánico, uno de los últimos establecimientos que han contribuido a la modernización de este espacio de la ciudad. Los asistentes disfrutaron de una velada en la que destacaron la calidad de los productos que conquistan a los paladares más exigentes. “No nos podemos quejar, en Bilbao hay muy buen nivel”, aseguró Adriana Torres, una ingeniera de profesión que hace un par de años dio forma a su blog de gastronomía. Fue por casualidad. Lo que comenzó como una pasión -visitaba los lugares con su marido y luego lo comentaba- se ha convertido en casi una trabajo diario. “Me encanta probar cosas nuevas. En los últimos años se han abierto locales muy interesantes en Bilbao, con una variedad de platos muy apetecibles. Es muy raro encontrar un local en el que se coma mal”, destacó Torres.

A la cata maridaje en este local, regentado por Txetxu de la Llama y Eva Piedrahita acudió también el experto culinario Gerardo Maza. Este amante de la gastronomía activó todos sus sentidos para degustar los diferentes platos que elaboró con mimo el cocinero, Luis Miguel Calderón. Maza tomó buena nota de cada uno de los elementos que fueron desfilando por la mesa para, posteriormente recogerlos en su blog Cocina con Nervio: “El maridaje fue perfecto para un tartar de gamba blanca, calabaza y naranja con una sorprendente garrapiñada de ibérico. La velada continuó con un pulpo de roca soasado, apionabo, ajo negro y vegetales de costa, al pulpo yo le daría un poco más de cocción, pero bueno eso va en el gusto del chef”. La cena estuvo bañada de una selección de vinos Ramón Bilbao. “Nos sirvieron un Ramón Bilbao Lalomba rosado, tomando este caldo, entiendo la moda actual por los rosados”, plasma en su blog. El pescado tampoco faltó: “Bacalao confitado, ragout de oreja de cerdo y licuado de vainas, bien por el chef al juntar cerdo y bacalao, la gelatina inundaba la boca, bien de cocción y punto”, describió Maza. Sin duda una velada repleta de sabores, que provocó sensaciones que dejan huella en este lugar con aires de ultramar.