Por el nombre de Manuel González Savín casi nadie lo recordará; pero por Cañita Brava seguro que a mucha gente se le hace conocido. Este artista, cantante y humorista gallego, que saltó a la fama a finales de los años 90 no está viviendo un buen momento ahora, según ha revelado este martes Sálvame.

El pequeño (de tamaño) Cañita Brava, que actualmente tiene 76 años, se dio a conocer con una extraña actuación en el programa El Semáforo, que presentaban Jordi Estadella, Marlene Mourreau y Asunción Embuena en Televisión Española, y de ahí dio el salto a Crónicas Marcianas, de la mano de Javier Sardá.

Pero donde más se encumbró fue en la saga Torrente en la primera entrega (Torrente: El brazo tonto de la ley) y pese a que su papel era muy pequeño se hizo tremendamente popular por una frase: “Me debes seis mil pesetas de whisky”. Tanto, que Segura volvió a contar con él en Torrente 3, 4 y 5, además de participar en películas de dudoso nivel y de colaborar en diversos programas de televisión.

A pesar de que su popularidad fue decreciendo notablemente, seguía haciendo sus shows y ganándose la vida, hasta que la pandemia lo truncó todo. Ahora malvive con una pensión de 400 euros, de los cuales 210 se van en el piso que comparte con otras cinco personas en A Coruña. “Llevo dos años por culpa de la epidemia sin poder hacer varios conciertos. Poco tengo, la epidemia me ha dejado KO”, afirma.

Cañita Brava, que afirma en que sus años de éxito llegó a ganar 7 millones (de pesetas) al año, no cuenta con ahorros porque se lo gastó todo. “Tuve una mujer, la ayudaba en algo porque estaba sin trabajo...”, relata, admitiendo que hay veces en las que algunos amigos le invitan a comer porque no llega a fin de mes.

Eso sí, no reclama caridad sino apoyo. Ha comenzado con un canal de YouTube para el que necesita suscriptores. Ya cuenta con casi 2.600 seguidores, pero precisa de más. “Tengo que superar esto para cobrar y poder comer, porque estoy agobiado. Habría que dar un piso a Cañita”, termina.