¿Qué mueve a unos jóvenes aparentemente integrados en la sociedad a crear una célula terrorista y decidir morir matando?. 800 metros, título que hace referencia a la distancia que recorrió la camioneta del terror en Las Ramblas, llega este viernes a Netflix para tratar de dar respuesta a esta y otras preguntas sobre los atentados de Barcelona y Cambrils de 2017.

“Tiene que ver con una herida en el interior, con un conflicto de identidad de unos chavales que en un momento determinado no saben exactamente quiénes son, si pertenecen a Occidente o a otra postura, y por esa grieta de identidad se incrusta el agente catalizador, el imán”, responde el cineasta Elías León Siminiani, ante la pregunta de si, tras ver esta serie documental, la duda inicial queda resuelta.

Intentar entender esto fue uno de los principales motivos que llevó al equipo a crear esta serie documental de tres episodios. “Hemos hecho un contenido que puede ayudar en este proceso y hemos comprobado que a raíz de hechos como estos el concepto de integración está siendo revisado por parte de las entidades que trabajan con ayuda social y detección”, explica el cineasta. Pero una respuesta definitiva “a cómo ocho chavales deciden matar muriendo, teniendo una vida más o menos normal, no existe”, señala el periodista Nacho Carretero, coordinador de la investigación periodística.

Para realizar el proyecto se ha entrevistado a un total de 80 personas, entre ellas víctimas, miembros de las fuerzas de seguridad, políticos o personas cercanas a los ocho terroristas implicados en los atentados. Y se han mostrado potentes imágenes como los vídeos que los propios jóvenes hicieron preparándose para matar. “Son vídeos que fueron hechos públicos en la vista oral en el juicio. Nosotros los hemos recuperado porque dentro del ruido informativo nos parece que son de una elocuencia, un impacto y una potencialidad de aprendizaje por nuestra parte de esos procesos muy grande”, apunta León Siminiani.

“A nosotros nos pareció pertinente, con una cierta distancia temporal, poder hacer un relato pormenorizado de cómo habían sido los hechos, de cómo los supervivientes viven el proceso una vez que se han alejado los focos mediáticos y de cómo puede tener lugar un proceso de radicalización”, explica el cineasta.