Hace apenas unas semanas de su estreno en Netflix, pero Emily in Paris, creada por Darren Star, se ha convertido ya en una de las series más vistas de la plataforma en todo el mundo. Un cóctel entre moda, rincones de ensueño de la capital gala y todo tipo de clichés franceses que dan forma a las aventuras de la joven estadounidense Emily Cooper al mudarse a París, donde comienza su nueva vida.

Se trata de una joven ejecutiva de marketing de Chicago que, de un día para otro, debe mudarse a París tras recibir una oportunidad de trabajo inesperada que la convierte en la encargada de llevar el punto de vista estadounidense a una venerable empresa de marketing francesa. Este viaje supondrá tener que dejar a su novio en Chicago y comenzar a conocer un nuevo entorno, costumbres y amistades.

En diez capítulos de apenas media hora de duración recorrerá tópicos que van desde conocer de primera mano el mundo de la Alta Costura a peregrinar por los campos de la Champaña francesa, vestida siempre con looks impolutos que hacen que la serie sea merecedora de ser denominada la nueva versión de Sexo en Nueva York.

Lily Collins da vida a Emily Cooper en esta particular comedia romántica, que juega con el cambio de estilo de vida de EE.UU. a París. Aunque llega con apenas dos maletas y unas cuantas cajas, sus estilismos se han convertido en protagonistas rotundos de la serie, y han desencadenado oleadas de fans que dedican cuentas en Instagram a analizar cada prenda lucida por la protagonista, como @emilyinparis o @fashionofemilyinparis, y que diseccionan minuciosamente cada look construido por Patricia Field, la estilista de la serie.

Están presentes en ella marcas tan prestigiosas como Kenzo, Moschino Off-White, Stepháne Rolland, Alexandre Vauthier, MGSM o Christian Siriano, que firma el vestido negro palabra de honor que Emily Cooper luce para asistir a la Ópera de París y que se ha convertido en uno de los más deseados de la ficción (en la imagen de la primera página).

Aunque si hay una marca que persiste en cada capítulo de la serie es Chanel, incuestionable firma asociada al lujo y a la capital francesa. Además de diferentes bolsos, entre los que destaca el clásico 2.55 en diferentes tejidos y colores, Emily luce varias chaquetas propuestas sobre la pasarela.

Redes sociales

Junto con la moda y los escenarios idílicos hay otro elemento que se convierte en imprescindible: las redes sociales. Móvil en mano, Emily Cooper no deja de retratar cada nueva experiencia que vive, pequeñas escenas cotidianas de su día a día en París que publica constantemente en su perfil de Instagram.

Tantas veces sale a escena su teléfono que su original funda con forma de cámara antigua es ya uno de los productos más buscados en Amazon por los fans de la serie.

Así, moda, amistad, amores fugaces, redes sociales y París como telón de fondo se han convertido en una combinación perfecta que ha catapultado la serie a ser la más vista en Estados Unidos y mantenerse en el Top 10 de Netflix en España. Por cierto, su segunda temporada ya se encuentra en pleno proceso de rodaje.

La protagonista

Lily Jane Collins (Guildford, Reino Unido, 1989), famosa por ser la hija de Phil Collins y Jill Tavelman, es actriz y modelo. Su debut cinematográfico fue en 2009, en The Blind Side, donde daba vida a la hija de Sandra Bullock. Ha participado en otros títulos como Mirror Mirror, Love, Abduction, Priest y Cazadores de sombras. Su talento ha sido reconocido en varias ocasiones y entre ellas estuvo nominada en los Globos de Oro de 2017 por su papel de Marla en Rules don't apply. Ahora, Emily en París es su gran proyecto televisivo y está demostrando que aunque antes todo el mundo la conocía por ser hija de, está logrando triunfar por méritos propios.