La Comisión Europea recordó en la jornada de ayer que cada Estado miembro de la Unión Europea tiene competencia para decidir sobre la emisión de visados a turistas rusos, cuya suspensión han reclamado tanto el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, como Estonia o Finlandia, e instó a mantener los que se concedan por motivos humanitarios, familiares o a disidentes o periodistas.

“Los Estados miembros deben respetar sus obligaciones internacionales y asegurar que haya visados que siempre se conceden, como los humanitarios y a familiares, periodistas o disidentes”, indicó la portavoz comunitaria de Interior, Anitta Hipper, en una rueda de prensa de la Comisión.

Hipper hizo un especial hincapié en que “solo los Estados miembros pueden restringir la emisión de visados” y que deben tener en cuenta al mismo tiempo las categorías de personas a las que siempre se les debe conceder la entrada en territorio europeo, debido a acuerdos internacionales.

Evaluación individual

En cualquier caso, Hipper explicó que cada Estado miembro debe evaluar los méritos de cada solicitud de forma individual y puede rechazarla si, por ejemplo, consideran al peticionario una amenaza para la seguridad pública.

La portavoz rechazó confirmar si la Comisión está a favor o en contra de una suspensión de la emisión de visados turísticos y lamentó que los procesos de emisión de visados se estén viendo ralentizados por la expulsión de diplomáticos europeos de los consulados de los Estados miembros en Rusia.

Bruselas fue de los primeros países de la Unión Europea en tomar esta determinación, ya que suspendió parcialmente el acuerdo que tenía con Moscú para facilitar la obtención de visados a los pocos días de la invasión rusa de Ucrania. Este cambio afectó a los visados de diplomáticos, empresarios y otras personalidades cercanas al Kremlin, sin embargo, no influyó sobre los ciudadanos de a pie.

El pasado mes de mayo, la Comisión publicó una serie de guías para los Estados miembros y sus consulados sobre cómo aplicar las nuevas recomendaciones sobre emisión de visados, y actualmente está en contacto con las capitales de los países para ver cómo se están poniendo en marcha.

Alemania, en contra

El canciller alemán, Olaf Scholz, se pronunció ayer en contra de prohibir los visados de turista a ciudadanos rusos, y argumentó que la Unión Europea ya ha adoptado las sanciones pertinentes contra personas del entorno del Kremlin. “Es la guerra de Putin. Y se me hace difícil este tipo de planteamientos”, afirmó Scholz.

El canciller alemán insistió en que el presidente ruso “es el responsable de esa guerra”, no el conjunto de la población, y que una medida así “se dirigiría contra toda la población, incluidos los inocentes”. Recordó, al respecto, que las personas del entorno de Putin, así como los oligarcas, están incluidos en las sanciones dictadas por la UE.

Scholz se distanció así de la postura de los gobiernos finlandés y estonio, que han pedido esa prohibición a escala europea. El Parlamento de Letonia adoptó ayer una declaración en la que se denomina a Rusia “estado patrocinador del terrorismo” y alienta a otros países de la UE a que aprueben iniciativas similares. La declaración alude a la invasión rusa de Ucrania y a las acciones de las fuerzas armadas rusas en ese país como principal razón para condenar a Rusia como un “estado terrorista”.

En relación con los visados para turistas, la Embajada de Letonia en Moscú ya ha dejado de emitirlos para ciudadanos rusos, a excepción de aquellas personas que asistan a funerales de un familiar cercano.

La primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, fue clara al precisar el pasado 9 de agosto que “el turismo de Rusia hacia la UE debería llegar a su fin”.