A transformación digital es una de las grandes consecuencias que ha impuesto la pandemia. Se puede decir que a todos los niveles y ámbitos, y el de las comunidades de propietaros no se ha quedado al margen. Este cambio del que tanto se está hablando desde el pasado mes de marzo, ha llegado a las comunidades de vecinos en forma de aplicaciones digitales.

Las relaciones entre vecinos se han visto afectadas durante muchos meses y de muy diversas maneras. Para evitar la propagación del virus y como medida de seguridad, se suspendieron las reuniones presenciales, una práctica que se ha reanudado hace bien poco.

Pero la comunicación entre vecinos. administradores de fincas y presidentes tiene que ser fluida y la gestión tiene que seguir para que exista cierta armonia en la convivencia. Por ello, muchas comunidades se han apoyado en la digitalización para hacerlo posible.

Actualmente existen varias alternativas en el mercado disponibles en versión de escritorio para ordenador y en app para poder usarse desde dispositivos móviles. Orientadas a facilitar la vida de las comunidades, entre las principales ventajas de las App se incluyen la inmediatez, la privacidad de los propietarios y la capacidad de respuesta.

Además, aunque es cierto que en tiempos de pandemia estas herramientas digitales han supuesto toda una ventaja, su presencia en el mercado es anterior a la crisis del coronavirus.

La flexibilidad y comodidad son otras de sus ventajas, facilitando las tareas al administrador o presidente y ayudando a informar de forma más eficaz y ágil a los propietarios.

Transparencia es otro de los aspectos a destacar, al permitir que todos los vecinos vean las gestiones que se están realizandoen la comunidad, así como el estado de las cuentas y la mejora de la comunicación.

Y por supuesto, agilidad, ya que al ser digital, la comunicación resulta mucho más directa y rápida, con opción a respuesta inmediata.

Otro aspecto que resulta enormente positivo es que evita posibles conflictos comunicativos, además de abaratar los costes al autogestionar la comunidad de propietarios.

Funciones

Pero además de todo lo expuesto hasta el momento, las aplicaciones digitales pueden servir para mucho más. Un ejemplo de sus campos de actuación es la de reservas de espacios comunes. Ahora que las limitaciones de aforo están a la orden del día, a través de estas apps, los vecinos pueden gestionar las reservas de la pista de pádel, txokos, gimnasios o de cualquier zona de la comunidad que sea reservable.

Entre estas zonas también se encuentra la piscina, un servicio que a buen seguro tendrá una gran demanda a partir de los próximos meses. Con esta solución se minimiza el tiempo en los procesos de reserva y las molestias a los vecinos, además de poder ver en todo momento la ocupación o disponibilidad de los espacios para evitar riesgos de contagio.

información detallada

Al igual que los hogares, las comunidades de vecinos tienen unos gastos fijos que se deben pagar de forma periódica. Esta información, es también muy importante que esté al alcance de todos los vecinos.

Los costes comunitarios varían en función al tamaño de la comunidad de vecinos y de los servicios de que disponga, aunque hay unos que son fijos para todas.

El primer gasto fijo al que toda comunidad debe hacer frente es la luz o electricidad. La luz de la escalera, del portal, el ascensor..., todos estos elementos comunitarios generan un gasto en electricidad que cada mes se debe pagar, al igual el suministro de agua para zonas comunes. Otro factor fundamental es la limpieza de las zonas comunes, un servicio que ha cobrado mayor protagonismo en tiempos de covid. A ellos, pueden venir añadidos otros gastos adicionales del mantenimiento de instalaciones comunes o el mantenimiento de la instalación.

Flexibilidad, comodidad y trasparencia, principales vertajas que ofrecen las Apps