La testigo que llamó a la policía dice ahora que no vio bien a los agresores
BILBAO. La mujer ha declarado protegida visualmente por un biombo en la segunda sesión del juicio que se sigue en la Audiencia de Bizkaia, contra A.S.P.C. (conocido como 'El Ruso') y E.S.L. acusados de agredir y causar la muerte de un hombre, después de que éste recriminara a uno de los jóvenes por la forma en qué discutía con su novia, en la madrugada del 1 de mayo de 2012.
Según ha explicado la testigo, aquella noche "los chillidos y el escándalo" que había en las inmediaciones de la discoteca le despertaron y se asomó a la ventana para comprobar el estado de su coche, aparcado allí mismo.
Entonces vio "a dos chicos que discutían" y que un hombre cruzó entre los coches mientras gritaba:"¡No me peguéis; no me peguéis!".
Uno de los jóvenes, -ha continuado- propinó un empujón de frente al hombre y éste cayó al suelo junto a una furgoneta, por lo que dejó de verle la parte superior del cuerpo.
En ese momento, observó que otro joven se acercó al cuerpo que había en el suelo y movió la pierna como si le propinara una patada, ya que, según ha descrito, "su barriga se movió como una ola" y escucho una voz que decía:"Vale ya, Ruso".
La testigo grabó toda esa secuencia con la cámara de su teléfono móvil pero, según ha reconocido, "apenas se diferencian las imágenes" y además llamó la policía para avisar de la agresión.
Al poco de llegar los agentes, la víctima de la agresión falleció en el lugar y la mujer relató todo lo que había visto, les indicó por dónde habían huido los implicados y les facilitó su descripción.
Los policías municipales de Barakaldo declararon ayer que sobre esos datos lograron localizar a tres de jóvenes que habían estado en este altercado y que la mujer les identificó "inequívocamente" tras ser arrestados.
Sin embargo, esta mañana ante el tribunal ha dicho que apenas pudo distinguir sus rasgos y que no pudo diferenciar el color del pelo u otros detalles porque "había muy poca luz", y que solo describió su ropa.
Hoy también ha declarado el hermano del fallecido Ángel María M.R., quién ha contado que la noche de autos habían cenado juntos "un bocata" y que después Juan Jesús salió de casa "a tomar algo".
Ha contado que "a las 01:17 minutos" Juan Jesús le llama al telefonillo del portal y le pide "nerviosísimo" que le tirara por el balcón 50 euros.
Cuando Ángel se asomó, vio que, junto a su hermano había un joven con un tatuaje y el pelo cortado al estilo mohicano -como el que tenía uno de los acusados- que le gesticulaba y amenazaba a Juan Jesús.
El testigo ha añadido que cuando su hermano recogió el dinero del suelo, se lo llevaron en volandas entre dos jóvenes y que con ellos iba otro más.
Esa fue la última vez que vio a su hermano. Horas más tarde le avisaron de que había aparecido muerto.
"Era bonachón, inocente y fácil de engañar", ha contado para tratar de explicar ese supuesto incidente de extorsión y que la familia considera que fue previo a su muerte.
Además, en la sesión de hoy han comparecido dos amigos del grupo que acompañaba a los dos acusados aquella noche y cuyas declaraciones han sido contradictorias entre sí, y también han sido relatos diferentes a los que ofrecieron en sus primeras declaraciones tras los hechos.
Sin embargo, han coincido en asegurar que aquella noche E.S.L. y A.S.P.C. salieron de fiesta, bebieron y consumieron diferentes drogas y que, en la agresión, el primero dio un único empujón a la víctima y que el segundo le propinó después una única patada.
A continuación, según han asegurado los testigos, los dos acusados abandonaron el lugar dejando a la víctima tendida en el suelo.
Los procesados se enfrentan a una petición de pena de 13 años de prisión por parte de la Fiscalía y de 15 años según la acusación particular, como coautores de un delito homicidio.