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¿Encontraría a alguien que le sustituyese en la mesa electoral?

“PONGA UN CARTEL EN LA PANADERÍA”, SUGIEREN EN UN JUZGADO A QUIEN RECLAMA SER SUSTITUIDO EN UNA MESA ELECTORAL

¿Encontraría a alguien que le sustituyese en la mesa electoral?DEIA

¿Sería capaz de buscar en solo cinco días un relevo para estar todo el día en el colegio? Ser miembro de una mesa es un deber cívico, pero si al ciudadano designado le entregan la citación una semana antes, tiene adquiridos compromisos laborales ineludibles y acude a la Junta Electoral de zona para argumentar por qué no puede asistir, puede encontrarse con contestaciones tan peregrinas como “si me trae usted un sustituto le eximo de la obligación inmediatamente” o “ponga un cartel para encontrar a alguien que le releve”. Y no es una anécdota, es un hecho real ocurrido ayer mismo.

Consciente de las escasas posibilidades de driblar la cita, el ciudadano se carga de razones y enumera en una carta firmada por el director de su empresa, con membrete oficial, los motivos que le impiden estar en la mesa electoral. Sin embargo, a la administración no le importa ninguno. Sólo necesita un recambio que se haga cargo del proceso. “Bueno, esto está muy difícil... pero si me trae usted un sustituto, le relevo inmediatamente”, garantizan. ¿Y dónde encuentro yo seis días antes un sustituto/a?”, contesta el atribulado candidato. “Hay mucha gente en el paro que está deseando hacerlo”, le confirman.

Hay que recordar que los miembros de la mesa cobran una dieta de 62,61 euros por una jornada electoral que comienza a las ocho de la mañana. Además, para el presidente puede prolongarse hasta bien entrada la noche porque aparte del recuento de votos, debe cumplimentar el acta de escrutinio, el acta de sesión, distribuir la documentación electoral en tres sobres y entregar dos de ellos en el Juzgado de Primera Instancia de su circunscripción. Así las cosas parece misión imposible encontrar un voluntario.

Ante el argumentario del ciudadano, el funcionario persiste. “Ponga usted un cartel en el portal buscando a alguien que quiera hacerlo”, invita a su interlocutor. “Es que somos solo ocho vecinos”, contesta con prudencia. “Pues póngalo en la comunidad”, acota. “Es que no tengo mucha confianza...”, alega. “Pues vaya a la panadería y colóquelo allí”, resuelve el primero. Ante la cara de total incredulidad, pregunta “Y su cónyuge ¿no puede hacerlo?”.

Sólo la precipitación de la entrega de la notificación, justo el domingo día 13, parece conmoverle. “Pues sí que han andado tarde, sí...” admite entredientes. Ya el agente municipal que le entregó la citación había advertido también de la posibilidad de delegar esta responsabilidad. Pero tampoco sirve que hayan pasado los plazos establecidos en la página de elecciones del Gobierno vasco, que indica que la notificación de designaciones debe hacerse del 26 al 28 de noviembre y que hay una semana entre el 29 de noviembre y el 5 de diciembre para presentar alegaciones. Es decir, las fechas han vencido pero el funcionario sigue erre que erre.

La decisión final sobre qué excusa es válida y cuál no, siempre está en manos de las juntas electorales de zona y sólo se excluye de oficio a los mayores de 65 años, discapacitados, incapacitados temporalmente, o embarazadas en situación de riesgo, así como a quienes vayan a ser operados de urgencia. Sin embargo, José Antonio Hernáez, un hincha del Atlético de Madrid, consiguió escaquearse en las europeas con un argumento singular: tenía entradas para asistir a la final de la Champions que disputaron su equipo del alma y el eterno rival, el Real Madrid.