El Gobierno de Estados Unidos ha aprovechado el quince aniversario de la presencia humana continua en la Estación Espacial Internacional (EEI) para poner este proyecto como ejemplo de éxito en cooperación con otros países. “Creo que la estación debería ser considerada un ejemplo para la cooperación global pacífica. Durante más de una década y media, nos ha enseñado lo que es posible cuando decenas de miles de personas de quince países colaboran para lograr objetivos compartidos”, consideró en un comunicado el administrador de la NASA, Charles Bolden.
La EEI es un proyecto de más de 100.000 millones de dólares en el que participan quince naciones y que orbita a una velocidad de más de 27.000 kilómetros por hora a una distancia de 400 kilómetros de la Tierra. “La estación es un testimonio de la ingenua e infinita imaginación del espíritu humano. El trabajo que se ha hecho a bordo de la EEI es una parte esencial del viaje de la NASA a Marte, que llevará astronautas estadounidenses al planeta rojo en la década de 2030”, señaló Bolden.
Los principales miembros que participan en la plataforma orbital -Rusia, Estados Unidos y la Agencia Espacial Europea- acordaron este año ampliar su funcionamiento cuatro años más del plazo previsto con anterioridad, 2020. “La alianza internacional que construyó y mantiene la estación es un claro ejemplo de lo que la humanidad puede conseguir cuando trabaja unida y en paz”, dijo en una nota John Holdren, director de la Casa Blanca para la política de Ciencia y Tecnología. “Es un laboratorio único que ha proporcionado investigaciones revolucionarias en ciencias físicas y de la vida y ha servido para probar las tecnologías que nos permitirán (a la NASA) enviar de nuevo astronautas más allá de la órbita de la Tierra”, consideró Holdren.
Con la vista en Marte La NASA ha celebrado el decimoquinto aniversario de presencia humana en la EEI con un vídeo de la expedición 45, que trabaja ahora en la plataforma. “Hacemos muchos experimentos aquí arriba, pero creo que el más importante es la estación como vehículo orbital que mantiene a humanos vivos en el espacio por largos periodos de tiempo”, dice en la grabación el jefe de la estación, el estadounidense Scott Kelly.
Por su parte, el astronauta estadounidense Kjell Lindgren destacó el papel de la EEI como “laboratorio internacional de las tecnologías que se necesitan para llevar humanos a Marte”.
La construcción de esta plataforma orbital comenzó el 20 de noviembre de 1998 con el lanzamiento del módulo ruso Zaryá (Aurora), al que siguió el estadounidense Unity. La estación, que está integrada por once módulos, además de placas solares y otros equipos robóticos, ha tenido residentes de manera permanente desde 2000. En esta década y media, por la estación han pasado más de 200 personas de quince países.
Coincidiendo con este aniversario, la agencia espacial japonesa (JAXA) intentará por segunda vez inyectar su nave errante Akatsuki en la órbita de Venus en diciembre, tras fallar en ese mismo objetivo en 2010. Después de ser inyectada en órbita, la nave observará la atmósfera de Venus, vista a menudo como una hermana gemela de la Tierra, a través de la teledetección. Se espera que sus observaciones desarrollen una meteorología planetaria y dilucidar el mecanismo de la circulación atmosférica y el estudio comparativo con la Tierra. - Efe/E. P.