Bilbao
EL galardón lleva el nombre oficial de Premio de la Paz (Peace Summit Award), pero bien podría ser denominado como el Premio Nobel de los nobeles. Y es que el reconocimiento que recibió ayer la actriz estadounidense Sharon Stone a su labor de lucha contra el sida le ha sido otorgado por un comité formado por premios Nobel de la Paz, durante la reunión anual de laureados con esta distinción.
Las primeras palabras de Stone en el acto celebrado en la Ópera de Varsovia fueron para recordar el trabajo de "su predecesora" en la batalla contra el sida, la también actriz Elizabeth Taylor, a la que dijo "debemos mucho de lo que hasta ahora se ha logrado en la lucha" contra esta enfermedad, informa Efe. "Tuve un dilema cuando me ofrecieron sustituir a Liz Taylor en la organización de recaudación de fondos para la investigación del sida. Me pregunté, ¿Y si no estoy lista para reemplazar a esta gran actriz?", reconoció Stone.
Desde 1995, la estadounidense es una de las principales caras de la Fundación Americana para la Investigación del Sida y del VIH, una organización que apoya la investigación de esta enfermedad. Stone también respalda el Movimiento para la Defensa de los Derechos Humanos, que actualmente trabaja en favor de los derechos de las minorías étnicas, raciales y sexuales. La actriz juega igualmente un papel relevante en la recaudación de fondos para estas causas y suele participar en las subastas de caridad y en la financiación de la investigación del cáncer de mama. En la ceremonia, la actriz estuvo acompañada de varios premios Nobel de la Paz, entre ellos la británica Mairead Maguire, el Dalai Lama o el polaco Lech Walesa.
Durante el acto, el Dalai Lama se dirigió a los asistentes para pedir paz y recordar que "la violencia solo sirve para engendrar sufrimiento". La ceremonia de ayer tuvo lugar en el marco de la Reunión Anual de Laureados con el Premio Nobel de la Paz, una iniciativa de la Fundación Gorbachov que se celebró por primera vez en 1999 en Roma y que este año ha elegido Varsovia para conmemorar los treinta años del Nobel a Walesa.