A por la txapela más codiciada

bilbao. La codicia es uno de los siete pecados capitales o al menos así lo recoge la clasificación de los vicios mencionados en las primeras enseñanzas del cristianismo y el catolicismo para educar a sus seguidores acerca de la moral cristiana. Pero en los tiempos que corren, en los que la moral es un bien tan escaso como difuso, con la consistencia de los chicles, no deja de ser una etiqueta, un apellido que da lustre a las competiciones de profundo calado. Y la que se resuelve esta tarde en el Deportivo de Bilbao (16.30 horas, ETB-1) bien merece un desliz pecador con todas las consecuencias, premeditación y alevosía mediante. Con esa idea se adentrarán en el templo de la pala Gaubeka y Galán, que se medirán a Urkijo y Luján en pos de la txapela del Campeonato de Euskadi de Parejas, el máximo galardón.

El duelo final, el último, brota entre luces brillantes, las que desprenderán las luminarias de la modalidad, que alcanzan la cumbre con el abanico fluorescente y colorido que despliegan los pavos reales. Gaubeka y Galán pasan por un óptimo momento de juego y lo mismo ocurre con Urkijo y Luján, la primera alianza en clasificarse para la final tras vencer al armintzarra y al asturiano por un convincente 45-39 en la liguilla de cuartos del torneo.

De cualquier manera, las finales se ganan desde la mente, las tripas y el sistema nervioso más que desde la habilidad o el virtuosismo, así que los precedentes no alcanzan la dimensión que se les supone porque todo comienza desmemoriado. Con dos sociedades de semejante nivel, la aproximación a la final, el partido del vestuario, el de los nervios, puede ser la llave que abra la puerta de la vitrina del trofeo más codiciado.