Madrid - Hace dos años, el piloto de Fórmula 1, Michael Schumacher sufría un grave accidente de esquí que mantuvo a los aficionados en vilo a finales de aquel 2013 y principios de 2014. La vida de el Káiser daba un giro de 360 grados un 29 de diciembre de 2013 y que a día de hoy, es ya casi un misterio.

Las noticias del grave accidente que el piloto sufría en los Alpes franceses fueron apareciendo en gran cantidad y relataban, poco a poco, el estado de salud del compañero de profesión de Fernando Alonso. Schumi, como es familiarmente conocido, entraba en coma del que tardó bastante tiempo en despertar.

Fue ya en 2014, cuando el piloto de 46 años despertaba y era trasladado a su domicilio en Suiza para su recuperación. A partir de entonces, se hacía el silencio. La familia no ha querido volver a contactar con la prensa, pero es inevitable preguntarse qué fue del heptacampeón del mundo en F1. Tras conocer que la mujer de Schumacher, Corinna, comenzase una particular operación ahorro para manejar los costes del cuidado de su marido, cuesta encontrar más datos de esa supuesta buena recuperación. Diarios como La Gazzetta dello Sport o Sunday Express han sido los únicos en dar más pistas de la salud de el Káiser. En estos diarios se puede leer que el piloto pesa menos de 45 kilos y que “el progreso es muy lento y no hay milagros que se vislumbren en el horizonte”, comentaban fuentes cercanas a la familia para Daily Express.

Y es esa lentitud en la que coinciden por ejemplo Ross Brawn, gran amigo del piloto y también Sabine Kahn, representante del alemán. El primero, también exdirector técnico de Ferrari, afirmaba que continúan “rezando día a día para que se recupere... Es lento, pero siempre hay esperanza”. - Europa Press