Igor se proyecta al mundo
El joven de 17 años, patrocinado por DEIA, gana por primera vez en Europa
EL piloto abadiñarra Igor Urien descuelga el teléfono después de un fin de semana de los que hay que reservar espacio privilegiado para la memoria. ¿Es buen momento para charlar? El joven de 17 años responde: "Estaba trabajando un poco, pero no hay problemas". ¿Trabajando? La contestación sorprende. El chico está de vacaciones con los estudios y las jornadas previas ha rendido al máximo nivel al volante de su máquina monoplaza de 500 corceles y 700 kilos de peso, versión Radical SR8. "Sí, en el caserío siempre hay trabajo y pues nada, ayudando un poco a los aitas", solapa el peculiar chico, que vive la resaca de sus dos primeras victorias en las FIA Radical European Masters, competición continental que es catapulta hacia el profesionalismo -algunos ya lo son- del automovilismo de circuito. Allí ha cautivado a propios y extraños. "Todavía estoy temblando", dice el padre, Pedro. "Da miedo", apostilla, recuperando su condición de testigo excepcional.
El vértigo es lógico en el seno familiar, pero es que Igor ha protagonizado una de las mejores actuaciones de su carrera deportiva. Lo hizo como vienen siendo sus andanzas esta temporada, en un escenario desconocido. El circuito Paul Ricard ahora ya sabe quién es. Más allá incluso: Igor tuvo problemas por partida doble con la mecánica del monoplaza. Lo que no impidió unas victorias más que loables. Y eso que el bisoño, futuro estudiante de Ingeniería mecánica, padeció problemas en dos ocasiones. Se perdió las primeras sesiones de entrenamiento debido a contratiempos en la caja de cambios. "Completamos una tanda". Con la ausencia de referencias, virgen en el trazado francés, fue segundo en la tanda de calificación para la formación de la parrilla de salida y posteriormente beneficiado porque el primer piloto fue descalificado. Desde la punta de la montonera, Igor conservó su condición. Y, atención, rodó sin embrague. "No es tan vital", dice, sin embargo, evasivo. Su personalidad es un escudo para los elogios que desembocan, en ocasiones y más a esas tempranas edades, en subidones desmedidos de estimas que obvian para uno mismo el talento. Muy peligroso. "Hay que ser humilde, nunca se sabe cuándo vas a acabar de ser piloto", reza.
La gesta engordó en la segunda prueba del meeting francés (cada fin de semana alberga dos carreras: sábado y domingo), cuarta cita de la campaña y a la que Igor llegaba instalado en la tercera posición general de la categoría Masters, donde convive con pilotos con mayor edad y experiencia. Espoleado por la "rapidez y capacidad de reacción de los mecánicos", no obstante, no pudo sostener el estatus en el segundo qualifying, donde solo pudo ser sexto. "Para el domingo se solucionó el problemas del embrague en poco tiempo, lo que no es sencillo haciéndolo tan rápido". Tomada la salida dominical, el ínfimo espacio de cuatro curvas fue suficiente para colocarse tercero. "Fue arriesgado, pero me ayudó a ganar la carrera. Aunque con un planteamiento de este tipo, unas veces te sale bien, pero otras puedes tener un toque y quedarte fuera", repesca. Tras instantes de calma y asentamiento de la situación, Igor se armó al ataque y se enrocó en la primera plaza. Para él, caminante no hay camino, se hace camino al andar...
El triunfo global del fin de semana no solo obtuvo la trascendencia del mismo, sino que, además, fue un escaparate al enfocar hacia el horizonte del tiempo. "El esfuerzo se ha visto recompensado, pero espero que ésto aporte más ayudas". No en vano, se celebró paralelamente la prueba de la Fórmula 3, donde Igor pensó para fajarse este año, para continuar su progreso, y, aunque no faltaron pretendientes en cuanto a equipos (le tanteó la escudería de Adrián Campos), el presupuesto daba para lo que daba. "Algo me dijeron algunos de los presentes, pero no lo recuerdo, ni quiero. Hago mi trabajo y prefiero no escuchar los elogios", comenta sobre piropos que, asumidos, cercenan muchas progresiones.
Su modestia discurre hasta el punto de que llega la anécdota: ¿Y cómo queda ahora la clasificación general? "No lo sé seguro. Creo que estoy primero, pero no le doy importancia (se tardan unas dos semanas en verificar y oficializar los resultados). Todavía queda casi la mitad del año y hay que intentar hacer lo mejor posible cada carrera para seguir progresando", responde. Tras cuatro viajes, ante sí cuenta con tres certámenes más: Austria, el 25 de agosto en el Red Bull Ring; Gran Bretaña, el 6 de octubre en Donington Park, y Catalunya, el 2 de noviembre en Montmeló.