Síguenos en redes sociales:

"Mi entrenamiento comienza el lunes y termina el domingo"

Donde Pablo Carrera (2-VIII-1986, Bilbao) pone el ojo, pone la bala. Es profesional del tiro, el mayor representante de Euskadi, uno de los mejores del mundo, y ahora tendrá la oportunidad de medir su tino donde comenzó su pasión y vida, en los Juegos Olímpicos

"Mi entrenamiento comienza el lunes y termina el domingo"BAT

Bilbao. Con voz pausada y relajada hace honor a su profesión, donde el temple y la paciencia son fundamento. Solo carga palabras deprisa cuando versa sobre la situación de su deporte. "Está viniendo a menos, apenas se conoce y para practicar algo debes conocerlo". Así le sucedió en Atenas'04, cuando a través del televisor le picó el gusanillo para emprender un recorrido que le ha llevado a ser el primer vasco clasificado para Londres'12. Versa desde el plano colectivo, como si fuera un grupo, su punta. Pablo, enfundado, vive en ese afán de guiñar a todos los deportistas y sus entornos, que altruistamente le han aupado hasta aquí. "No soy el único que trabaja". Tercero del mundo por equipos en 2010, no termina donde lo hacen sus extremidades.

¿Era el pistolero de la clase?

Siempre he vivido en la ciudad y en mi vida no ha habido armas hasta que he estado en el pueblo. Carabinas de perdigones, latas... Ya sabes.

¿Cómo le da por quemar pólvora?

En el pueblo ves a la gente, pero llegó un momento en que vi los Juegos de Atenas y me llamó la atención. Siempre tiraba con carabina y durante un largo tiempo le dije a mi madre para ir a probar la emoción de tener una pistola entre las manos. Luego te das cuenta de que no es nada más que un trozo de hierro y madera, y que simplemente es pegar tiros, que no tiene mucho más.

Al hablar de armas a uno le llueven imágenes de las películas.

Sí, en el inicio igual sí te ves envuelto en esa idea peliculera de tirarte al suelo, rebotar, pegar tiros... Es la única referencia que tienes del mundo de las armas, pero es todo lo contrario. Es una modalidad estática en la que tienes dos horas para tirar 60 tiros. Requiere paciencia.

¿Le han asociado esta disciplina a la violencia?

La gente no, pero sí hay compañeros tuyos de profesión que lo asocian por el hecho de ir por la calle con un arma. Es más el punto de vista morboso, porque no creo que sea ni lo que llegue a pensar de ello un periodista. Mira, con lo de Oslo, rápidamente llaman a la Federación para hacer un reportaje, cuando realmente no hay nada que ver. Pero oyes "tiro" y se asocia.

Cuando se clasificó para los Juegos en Fort Benning, Georgia, tuvo que jugársela a un desempate de cinco tiros. ¿Ruleta rusa?

No, todos sabemos a lo que vamos.

¿Le bombardean mucho con los Juegos Olímpicos?

La gente me dice a ver si tengo quien me lleve la maleta. Me la he llevado yo siempre y creo que seguiré así. Pero ya les digo, que si quieren fletamos un avión. Las coñas.

¿Qué son para usted los Juegos?

Un sueño hecho realidad. Estar ya es bastante.

¿Qué le dejaría satisfecho?

Con ir estoy más que ello. Pero evidentemente hay un trabajo detrás e iremos a por todo. Una medalla sería la leche. Pero para ser realistas, teniendo en cuenta mi edad y la del resto de clasificados, me conformaría con entrar en la final, con estar entre los ocho primeros.

Dice: Nada es imposible, solo improbable. ¿Ha tocado lo imposible?

No, lo digo para afirmar que no hay nada inalcanzable. Solo necesitas trabajo y, a veces, un poquito de suerte, que es lo que en ocasiones diferencia a uno de otro. No hay una meta irrealizable. Si yo voy a una olimpiada, todo el mundo puede ir con el mismo esfuerzo y dedicación. Puedes hacer lo que quieras siempre y cuando te motives y trabajes lo suficiente.

Está clasificado y le queda un año por delante, ¿alguien puede pensar que vaya suerte de vacaciones?

No, me voy ahora al Europeo. Igual una o dos semanas, pero hay que entrenar para no perder la forma.

¿Cómo entrena?

Comienzo el lunes y termino el domingo. Mañanas y tardes. El volumen, en función de la altura de la temporada. Y hago un parón cada tres días, da igual cómo cuadre. Luego hay complemento físico. Parece que un tirador no necesita gimnasio, pero hacemos cuatro o cinco sesiones por semana. En lo técnico, hay trabajo de estrategia en la tirada, de saber concentrarte, de respiraciones, pulso, mediciones, la mecánica del arma... Esto último es como un coche o una moto de carreras, pero aquí tú eres también el mecánico.

Deportivamente no le tiembla el pulso. ¿Es aplicable a la vida cotidiana?

Las decisiones que tengo que tomar las pienso, pero cuando las tomo, las tomo.

¿Realiza alguna otra actividad?

Ahora mismo me dedico simplemente al tiro.

¿Y pudo compaginarlo con estudios?

Tengo el Bachillerato y lo cierto es que tuve que dejar los estudios.

Siendo usted olímpico, ¿el tiro le da para vivir?

De momento, con las becas, sí. Pero no por entrenar te dan un sueldo. Lamentablemente no somos profesionales como en otros deportes. Tenemos un sueldo en función de los resultados obtenidos a lo largo del año. Las becas ADO te las dan en función del mejor resultado obtenido en la competición más difícil del año.

Viven al día.

Exacto. En función de los resultados. La suerte es que tenemos pagada la residencia, la Blume es donde estoy, además del alimento, el agua y la luz.