A situación epidemiológica en Euskadi parece haber entrado en un cambio de tendencia tras varias semanas en las que se han batido récords de contagios y el sistema sanitario se ha visto seriamente tensionado. De confirmarse esta evolución de la pandemia -aún muy leve, en cualquier caso-, se trataría de una buena noticia, la primera en mucho tiempo. Los últimos datos detallados ayer por la consejera Gotzone Sagardui indican una lenta bajada de casos y de incidencia del covid-19, que mantiene una leve caída desde hace una semana. Aunque los cambios en el protocolo de Osakidetza respecto a la realización de pruebas diagnósticas pudiera suponer una rebaja en el número total de positivos detectados, los indicadores más objetivos e inequívocos para medir el alcance real y la gravedad de la situación de la pandemia reflejan claramente el lento cambio de tendencia. Tanto el número de personas ingresadas en los hospitales -75 menos que una semana antes- como en las UCI -ocho menos- muestran una constatable mejoría que, no obstante, señala que el tensionamiento del sistema sanitario sigue siendo muy alto y, por tanto, el riesgo sigue latente. Con todo, el virus continúa circulando en una situación de transmisión comunitaria. La alta vacunación, la menor movilidad e interacción social después de semanas especialmente intensas debido a las fechas navideñas y las restricciones aplicadas como la obligatoriedad del pasaporte covid para acceder a determinados establecimientos y servicios han contribuido a este descenso que, con todas las reservas, podría significar que Euskadi ha alcanzado ya el pico de la sexta ola. El reinicio de las clases para centenares de miles de estudiantes y profesores sin que se hayan tenido que cerrar aulas pese a las miles de bajas de docentes registradas debido al covid y que se han cubierto mediante sustituciones indican también la eficacia de las medidas puestas en marcha, confirman la tendencia y han supuesto un alto grado de responsabilidad y esfuerzo colectivos que es obligado reconocer. Con los distintos procesos de vacunación por edades a buen ritmo, los próximos días y semanas serán aún duros, con muchos contagios, hospitalizaciones y muertes por el covid. Pero serán también claves para determinar la evolución y confirmar la esperanzadora tendencia positiva de la pandemia.