A reunión de la Comisión Ejecutiva Permanente del PSE convocada ayer por la secretaria general de los socialistas vascos, Idoia Mendia, parecía resolverse con el llamamiento a que desde el Gobierno vasco "se rebaje el tono de las críticas no justificadas al Gobierno de España", lo que en realidad no es sino producto de un claro contraste entre lealtades. Y aunque la filtración previa, un día antes de la reunión, de dicho llamamiento pueda ser también reveladora en lo que a lealtad se refiere, es sin embargo el fondo del mismo el que se debe analizar desde el prisma de la responsabilidad política. Porque en la necesidad de trabajar "en un escenario de atención a las personas que más lo necesitan, que se van a ver perjudicadas por la situación derivada del parón económico" y en "tomar medidas presupuestarias, de endeudamiento, de consecución de recursos extraordinarios" que el PSE, como socio en el Gobierno vasco, también habría analizado en su reunión de ayer, la ejecución de lo que los socialistas denominan una "labor eficaz y eficiente" precisa, exige, tanto el máximo rigor al constatar los errores que la pandemia ha hecho evidentes en la gestión del Gobierno del Estado, por cuanto fue el Gobierno del Estado quien la asumió unilateralmente, como respeto a las capacidades de decisión y actuación de las instituciones vascas en la asunción, también si cabe en la mejora, de dicha gestión. Mendia y el PSE han traducido la constatación de desaciertos y de las consecuencias que estos han producido -por ejemplo, en el retraso en la llegada de material de protección sanitaria- como críticas pero no han aludido siquiera a la desconsideración a las capacidades de decisión y actuación de las instituciones vascas con que el Gobierno del Estado ha actuado no en una sino en varias ocasiones, utilizando el estado de alarma como mantra de una homogeneización que se ha revelado contraproducente. Esa diferencia desvela con claridad en qué niveles sitúan los socialistas vascos sus lealtades. En el contraste entre la debida a su participación en el Gobierno vasco junto al PNV y la de su pertenencia al partido que gobierna (con Podemos) en el Estado, el PSE y Mendia priorizan la exigencia interna a la de formar parte de ese ejercicio de transversalidad que debe, en su responsabilidad de gobierno, representar los intereses de la sociedad vasca.