EL Athletic Pero lo más preocupante en los últimos partidos es que tampoco genera excesivas llegadas. No genera acciones en ataque porque no tiene juego ofensivo, y es para lo que estaba trabajando el técnico, sabedor de sus limitaciones en esa parcela. El Athletic optaba por la opción de atacar mucho y pisar mucha área, pero no tiene pegada. Eso en Primera se paga con resultados. Lo empates en la liga de tres puntos no valen para casi nada si no los acompañas con victorias. El resto son historias para no dormir. El equipo de Marcelino, defiende bien, está ordenado, es intenso, le generan poco, pero le falta llegar arriba con claridad, sobre todo en los dos últimos partidos. Y lo que es peor, le falta hacer gol. No hay partido en el que los delanteros del Athletic no tengan una o dos ocasiones muy claras, pero son incapaces de materializarlas. La falta de este acierto viene marcada por la ausencia de los que la temporada pasada eran capitales en esta faceta. Futbolistas como Berenguer son los que necesita el equipo, y esta temporada parece que ni vienen, y de momento no se les espera. Iñaki Williams demuestra que entre sus habilidades no está la de ser un killer. Me niego a creer que tiene tan poco gol. A todo esto debemos sumar la comodidad de algunos, algo que empieza a ser preocupante. Marcelino debe reaccionar, porque sino podemos volver a la película de años atrás.

Los chavales llaman a la puerta, y por la pinta tienen más energía que alguno que está en el campo con mayor asiduidad. Tiempo de cambio y regeneración. El Athletic vive de camadas, y cada vez más, ya que lo de fichar es cosa del pasado. Nadie le va a censurar al técnico que se la juegue con ellos, una vez todos conocemos, por lo menos creo yo, de qué va esto.

Las voces críticas que no querían a Marcelino antes, afilan los cuchillos a ritmo de empate. No nos vale nada, ni siquiera un técnico top. Lo de cerrar los ojos ante lo que se tiene es muy característico de aquellos que solo viven con la frase del ya caerá. Lo que no cuentan es todos los anteriores que pasaron por aquí. Este equipo o reacciona o va a ser una trituradora de entrenadores. Hay tiempo, ganas, técnico y plantilla. El asunto es qué pretendamos de ellos y de qué manera. Por cierto, no conozco a nadie que haga tortilla de patatas sin patatas.