Simplicius sonríe de oreja a oreja y disfruta como nadie, cuando se encuentra con las auténticas perlas dialécticas, que nos ofrecen a diario las cameloratorias políticas y enológicas. Los políticos nos hablan de “centralismos moderados”, “alianzas constructivas” y “rearmes políticos”, probablemente porque no pueden hablar sin que les entre la risa, de “rearmes intelectuales”. Los enólogos nos hablan de sidras con “buen comportamiento en boca” y “tximparta expresiva” o de vinos con “retrogusto de esencias interactivas” y “redondos en boca”, podrían añadir también, “cuadrados en nariz”, “ovalados en esófago”, “espirales en estómago” y “circunflejos en ano”. En fin, disfruten ustedes con Simplicius, de la riqueza de un idioma que permite hablar tanto sin decir nada.