Síguenos en redes sociales:

Regalo de redes

Sabemos que las redes sociales, bien utilizadas, nos pueden servir para crecer en lo individual y social o, simplemente, para mostrar en ellas nuestras mejores plumas y alimentar egos.

El camino para ampliar conciencia colectiva parece tener en las redes una herramienta muy útil para ampliar nuestro círculo y conocernos mejor, aunque también, lo sabemos, para otras cuestiones bien distintas.

Los medios de comunicación masivos, desde bien tiernos ahora, nos enseñan a compararnos con ciertos modelos sociales y trabajar con esfuerzo y tenacidad para imitarlos, sentirnos a su altura y después, dicen, poder aspirar a superarlos.

Nos parece normal este camino hacia el triunfo que nos presentan, un camino, por cierto, repleto de urgencias donde, frecuentemente tarde, nos damos cuenta -y aquí me acuerdo de Quino, el de Mafalda- que con tanta prisa nos olvidamos de lo importante, de descubrir bien y desarrollar aquello que nos hace felices.

Los pedagogos están de acuerdo en que, aunque la presión sea inevitable y precisamos de los otros como espejos donde apreciar nuestras fallas, no conviene forzar este camino de autoconocimiento, un camino que conviene estimular y afrontar sin pausa , pero sin prisa, so riesgo de caer en redes sociales no deseadas e hipotecar con ello, gravemente, nuestro desarrollo.