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Carta sobre la enseñanza

Está muy bien la preocupación de la sociedad, para que los chicos no hagan piras. Yo estuve en la enseñanza concertada unos 16 años. En la publica orokorra, eran muy constantes. ¡Hacían lo que podían! En aquel ambiente enrarecido de huelgas, gaztetxes, barricadas, policía nacional especial (por lo menos en Pamplona), en los años 1981-1988. En la privada podíamos hacer selección de entrada (correcta o no); expulsarles luego era ilegal. Si faltaban a clase, o se portaban muy mal, se aconsejaba a los padres otro colegio exigente.

Pero los profesores ahora tiene que tener muchas más dotes de las que antes tenía. La disciplina no puede ser dura. Hacen falta terapeutas, psicólogos, etc. para convencer a alumnos fáciles, normales y difíciles, de etnias y costumbres distintas...

Hay que acordarse mucho de todos ellos y tener comprensión, sin tanta publicidad.