La deuda del Estado español es un pesado lastre que dificulta enormemente la deseada recuperación económica. Una manera eficaz de reducir la deuda podría consistir en la ventas de edificios y solares propiedad del Estado cuya utilidad no sea prioritaria en la actualidad.

Dos ejemplos, a mí entender, clarísimos: los valiosos e infrautilizados edificios de la Hacienda estatal y de la Subdelegación del Gobierno situados en la plaza de Moyúa en Bilbao. Los servicios que se ofrecen en ellos podrían trasladarse a unas sencillas oficinas y el precio obtenido por la venta podría emplearse en reducir el anual déficit presupuestario y la consiguiente deuda.