A Europa se le están empezando a romper las costuras económicas con la guerra en Ucrania. A mayor gloria de la ultraderecha, si no tenemos cuidado.

En la Segunda Guerra Mundial, si Alemania pudo aguantar tanto tiempo tras atacar a la URSS a pesar de tener una inferioridad numérica aplastante, fue por su superioridad tecnológica. La URSS contaba inicialmente con peor material, y sobre todo, con técnicas militares muy inferiores, en las que las vidas de sus soldados contaban en realidad bien poco. Si bien su material mejoró bastante durante la contienda, no así su técnica en el frente. En ruso hay un dicho, que además rigió toda la vida económica de aquel régimen:

"?????????? ???????????? ? ????????" ("La cantidad se convierte en calidad"). La Unión Soviética ganó la guerra, pero al coste de enviar a la máquina picadora de carne a más y más de sus jóvenes. A pesar de Hollywood, la verdad es que esa guerra mundial se decidió en el frente oriental. No hay más que ver los recursos y la sangre invertidos y comparar.

La actual guerra en Ucrania va hacia el estancamiento. Los efectos económicos de la guerra van empezando a ser muy difíciles de asumir para Europa. No tanto para Estados Unidos, aunque también. Europa empieza a estar agotada. En cambio a Putin, la guerra de desgaste le favorece. Mete más soldados en la picadora de carne y a otra cosa.

Pesos pesados de la Unión Europea van a entrevistarse esta semana con Zelenski. Se dice que van a "sugerirle" que empiece a negociar con Putin, el mayor financiador de la ultraderecha europea. Esta se frota las manos, aunque de boquilla se haya opuesto a Putin más o menos enérgicamente (menos acaso Urban que ha sido más suave). Al fin y al cabo, ya sabemos quién es el más ultraderechista de todos. Y a río revuelto, ganancia de pescadores. Contra la ultraderecha aún no hemos perdido, pero los peligros ahí están. A ver qué pasa con los crímenes contra la humanidad.

@Krakenberger