SCUCHANDO ayer rotundo a Sánchez que los artículos de la Constitución se deben cumplir de pe a pa, se acuerda una de ese marketing subliminal en actos de exaltación de un texto que no se reforma ni se cumple y solo queda sugestionar al personal con aquella de 1812, que fue la Pepa de todas las Constituciones por primera. Cuestionada e incumplida de pe a pa y a falta de reforma, solo falta otro espectáculo sensacional con Peppa Pig y que ya nos ofreció una de las mas fortachonas democracias. Puede que entonces se parezca más a una fiesta de cumpleaños.