OS hemos dado una inusitada prisa en cerrar las fronteras -hablo de "occidente", includa la UE- con el sur de África -de momento- ante la aparición de la nueva variante del covid-19. El clásico y terrible miedo a todo lo que venga del continente negro... y pobre. Una prisa digna de mejor causa, por ejemplo la de haber suministrado vacunas a las muchas partes del mundo donde aún no han llegado mientras aquí porfiamos ya por la tercera dosis. La experiencia nos dice que ese cierre no solucionará el problema, ni el de la variante ni el de la insolidaridad.