OS talibanes ultiman su gobierno. Sin mujeres, por supuesto. El aeropuerto de Kabul reanuda sus vuelos nacionales. Los talibanes recrudecen su ofensiva en Panjshir, último bastión resistente. La economía afgana está al borde del colapso. Miles de hombres esperan frente a los bancos para conseguir dinero. Los periodistas -más aún las periodistas- siguen indefensas. Los coloridos murales desaparecen. Las mujeres más valientes del mundo protestan delante de los talibanes y son reprimidas. La ONU organiza una conferencia... para el 13 de septiembre. Todo está bien.