ICE Eba Blanco que está dispuesta a dialogar con los críticos de EA pero les sugiere que dimitan. Niega que su alineamiento con la estrategia en EH Bildu conduzca a disolver su partido y que no mide "la importancia y la influencia de EA en función de los cargos y los sillones que ocupan". Hace bien, porque sería nimia. De hecho, si midiera la influencia en la coalición de su perfil socialdemócrata, también le sobraría cinta métrica. La mano abierta de la secretaria general en funciones tiene más pinta de acabar estampada en la cara de los críticos que en un apretón de manos.