L último "valiente" que sale del hospital sacudiéndose las solapas tras haber dado positivo en coronavirus ha sido Trump. No voy a vilipendiarle más de lo que él mismo se pone en evidencia cada vez que miente a sus ciudadanos pero sí incidir en la mezquina campaña que pretende convertir en pusilánimes a todos los que reclaman que no basta una mal entendida sobredosis de testosterona para afrontar la enfermedad. Desde los hospitales más modernos reclaman que le echen arrestos y minimicen la amenaza del virus los mismos a quienes antes les han negado un sistema público sanitario con el que combatirlo.