ON nocturnidad y alevosía disfrazadas de urgencia y dificultades de presencialidad con la poco decorosa excusa de la pandemia, el PP está a punto de perpetrar otro golpe de mano en su maltratada organización en Euskadi. Quiroga, Basagoiti, Sémper (que se largó antes), Alonso... y ahora Amaya Fernández. ¿Democracia, dice? El líder (Pablo Casado) hace y deshace a su antojo. Mañana, Carlos Iturgaiz será probablemente nombrado -renombrado- de nuevo presidente del PP vasco en una Junta Directiva convocada ayer mismo. Y a ver quién se atreve a levantar el dedo contra el dedazo.