Como ya uno luce canas, me acuerdo de este gran humorista que era Gila. Recuerdo sus llamadas telefónicas con cualquiera que se pusiese por delante, pero sobre todo con el enemigo (entonces no había guasap, solo guasa), trataban de no hacerse daño entre ellos, trataban de recuperar las balas, etc. ¿Y a qué viene todo esto? El Gobierno del Partido Popular decidió vender bombas a Arabia Saudí. En un principio, parecía que se iban a suspender tal venta por los socialistas, pero por intereses económicos (unos barcos de guerra por medio), se levanta esa suspensión. Las explicaciones que ahora están dando es que son bombas inteligentes. Y yo me pregunto, ¿estas bombas inteligentes lo son tanto para saber a quién tiene que matar y a quién no? Como diría Gila: “matan pero poco y después de utilizarlas, se recuperan para reciclarlas y reutilizarlas”. Entraría en el género de la comedia (de Gila), si no fuese tan triste, que matar, matan, pero de verdad. Las bombas ninguna es inteligente por sí misma y las personas, como personas, erramos.