¡Vuelve la casta!

¡Vaya espectáculo! Y lo están dando esos que hablaban de casta en el resto de los partidos políticos. Ha salido un presidencialista que considera que debe de estar en todos los saraos, que es o yo o nadie, que se considera el ombligo de su partido y el espectáculo que está dando es espeluznante. Pero lo más triste de lo que está ocurriendo es que están televisándolo en directo. Han pasado de ser un partido mediático a ser un partido medi...o, se les ha fugado el ático. Ya en las elecciones a secretario general de Madrid, pasaron a ser más casta que ninguno. Esa imagen de Ramón Espinar con las idas y venidas del famoso piso de protección oficial comprado con un préstamo familiar y los beneficios por la venta invertidos en educación (un máster) y cultura (un ordenador), las explicaciones tan extrañas que dio, los enfrentamientos de Pablo Iglesias con Rita Maestre y Tania Sánchez en defensa de su candidato. ¡En fin! Lo más parecido a cualquier otro partido, cuando ellos, incluido Pablo Iglesias, presumían de ser un partido diferente, sin grandes aspiraciones personales, únicamente preocupados por la ciudadanía, sus electores y el bien de España. Pero les salen problemas en Madrid, Catalunya, Valencia, Galizia, Euzkadi, Andalucía, Castilla y no sé en cuantos sitios más. Para ser un partido participativo, abierto, sin personalismos, anticasta y un montón de cosas más, tienen más problemas que cualquier otro partido. Menos lecciones, menos calificaciones al resto de partidos, solucionen sus problemas, que el resto de partidos ya solucionarán los suyos.