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Otro gallo nos cantaría

Durante el pasado año 2016, los vascos hemos observado cómo el Gobierno español ha sacado más de 20.000 millones de euros del fondo de reserva de las pensiones para hacer frente al abono de las pagas extraordinarias a sus funcionarios.

Pero no, no se trata de un hecho puntual, esta ha sido la política que ha venido realizando el Gobierno español desde el año 2011. En dicho año, había 66.815 millones de euros en la denominada hucha de las pensiones, cifra que ha seguido una tendencia negativa hasta el día de hoy, en el que quedan poco más de 15.000 millones. En términos relativos, el Gobierno ha retirado, en 5 años, un 77,5% del dinero contenido en el fondo de reserva y, si se mantiene este ritmo, a finales de este año, el fondo se quedaría vacío o incluso en números rojos.

Probablemente, muchos vascos ven el cobro de sus pensiones en peligro y se estén preguntando acerca de lo que se puede hacer ahora para incrementar el fondo de reserva y volver a hacer el sistema viable.

Últimamente, se han planteado varias alternativas como incrementar la edad de jubilación, crear un impuesto especial o hasta incluso, recurrir al endeudamiento con los altos costes que supondrían.

Sin embargo, el caso de Euskadi podría haber sido diferente. Como es sabido, nuestro Estatuto de Autonomía, aprobado en 1979, consagra, en su artículo 18.2, que corresponde a Euskadi la gestión del régimen económico de la Seguridad Social. Tras 38 años, esta competencia no ha sido transferida y si así hubiese sido, otro gallo nos cantaría. Tal vez nuestras perspectivas demográficas sean similares o incluso peores, pero habríamos dependido de nosotros mismos y de las decisiones que tomemos desde aquí y no de las tomadas en Madrid, las cuales han dejado nuestras pensiones en el aire. Entonces, ¿por qué los vascos tenemos que pagar por la irresponsabilidad de aquellos que, a través de sus políticas, no han sido capaces de mantener su sistema? La respuesta es clara, por el miedo del Estado español a que el Gobierno vasco desempeñe una mejor gestión y deje en evidencia su ineficacia.