Lo que sigue a continuación seguirá siendo cierto si, cuando usted comience a leerlo, Iglesias no se ha corregido a sí mismo, o si algún dirigente de Podemos no se ha atrevido a romper la baraja para tomar una decisión política útil con un gobierno del PP en minoría.

La situación es la siguiente: Ciudadanos exige al PP que cumpla el acuerdo de investidura, por el cual se obligan a suprimir los aforamientos de políticos, una de las muchas vergüenzas de nuestra particular democracia que, cuando se inauguró, en lugar de someter a los franquistas a la Justicia lo que hizo la nueva clase política fue autoconcederse privilegios. Los que vivimos la Transición podemos declarar que por fin lo vemos claro, aunque hayan hecho falta 40 años.

El caso es que Rajoy le da largas a Rivera argumentando que, como esa reforma requiere modificar la Constitución, los de Podemos van a exigir un referéndum porque tienen más del 10% de los diputados. Pasan los días y los de Podemos no quieren dejar a los del PP con los glúteos al viento, igual que tampoco les quisieron enviar a la oposición antes del 26-J. Les importa un bledo que se note que Rajoy les tiene tomada la medida, y eso que han sufrido el mal de la avaricia de poder cuando rompe el saco de las ilusiones sin fundamento.

Conozco muchos que piensan que si hoy gobierna el PP es porque Pablo no ha digerido aún el café de Nou Barris que pagó Jordi Évole en octubre de 2015. Tal parece que aquella frustración personal tenga a todo su partido atrapado en una especie de “no es no” a cualquier propuesta que salga de Rivera, aunque nos permita superar una de las peores herencias de un periodo cuya política, Constitución incluida, resultó de un acuerdo entre demócratas acobardados y franquistas que, para asustar, sacaban de paseo amenazas condenadas al fracaso. Hoy lo sabemos, y no es posible esperar más tiempo sin desahogarnos de aquel naufragio, aunque sea un poco cada día. Tal como está el Congreso, o los de Podemos colaboran, o el PP seguirá fortaleciéndose gracias a ellos.

Domingo Sanz Mallorca