Hacia dónde vamos
La ruta está trazada, el camino señalado, el GPS está en marcha y el pueblo está preparando el avituallamiento durante el recorrido, la organización política ha de disponer de puestos de avituallamiento, donde los políticos repongan fuerzas, mediante reflexiones y propuestas para rehacer las energías perdidas.
Muchos son los baches, subidas, bajadas y también las inclemencias del norte nos deparan dificultades de la marcha. Pero el objetivo es la “meta”, alcanzarla. Sobre el cartel de llegada nos espera, el final de la violencia, la paz, la colaboración, el provenir del pueblo vasco y un sinfín de felicidad.
Muchos son los políticos- andarines en esta larga marcha de la paz que necesitan de un equipaje liviano, de una vestimenta ligera y sobre todo de un buen entrenamiento en las lides políticas. Correr es un proceso complejo que involucra cuerpo y mente, cada persona corre de una manera diferente, pero ciertos aspectos generales de la carrera en la política son comunes.
Muchas son las metas, la mayoría de ellas son provisionales para reponer fuerzas y contar con avituallamiento, pero también contamos en nuestro proceso con caminatas en que lentamente vamos dando pasos hacía la meta, midiendo las fuerzas, adaptando el cuerpo y las aptitudes. A continuación son las carreras las que nos conducen de una manera más rápida a la meta final.
La acción de correr involucra el uso de más energía que la caminata para una misma distancia, y la carrera es un medio de locomoción menos eficiente considerando las calorías consumidas, aunque es más rápido.
En nuestro quehacer político diario debemos usar ambas modalidades para que el final alcanzado de una manera definitiva.