Síguenos en redes sociales:

Más precaución que optimismo

La escasa entidad del empleo creado en mayo, un mes de contrataciones, y la temporalidad de estas parece recomendar contención en el análisis, pero ello no impide adivinar un muy incipiente y leve cambio en la tendencia del mercado laboral

LOS datos del paro correspondientes al mes de mayo facilitados por el Ministerio de Empleo deben ser asumidos con tanta, si no más, precaución que optimismo. Al segundo invita el hecho de que mayo es en la Comunidad Autónoma Vasca el segundo mes consecutivo en el que no se destruye empleo, sino al contrario, descendiendo en 371 el número de desempleados vascos, hasta los 178.218, lo que supone un descenso del 0,21%, raquítico pero descenso al fin y a la postre. A la primera, que sigue habiendo 17.310 parados más que en el mismo mes de 2012 -lo que supone una pérdida diaria de 47 empleos- y que los datos de mayo, debido a la contratación estacional, siempre presentan una tendencia positiva dentro de lo que se entiende como tónica general del año. Es decir, la escasa entidad del empleo creado en un mes tradicionalmente caracterizado como de contrataciones parece recomendar contención en el análisis. Ahora bien, dicha contención no impide adivinar un muy incipiente y leve cambio en la tendencia del mercado laboral, un cambio que aunque en menor medida que en el Estado, en Euskadi también presenta claroscuros. Por ejemplo, en cuanto a la afección del desempleo en una juventud muy preparada, en la que el 95% de los jóvenes que pretende incorporarse al mercado de trabajo posee estudios secundarios o universitarios. O en cuanto a la cada vez mayor relevancia del sector servicios, que ya supone siete de cada diez empleos en la CAV frente a los dos de cada diez de la industria que ha sido históricamente el motor de la economía vasca. De hecho, también influido por la estacionalidad, es cierto, 79 de cada cien nuevos contratos formalizados en mayo pertenecen a dicho sector. Sin embargo, en las dudas que el alcance de la estacionalidad despierta en la leve mejora de la situación que se ha dibujado en el último mes, hay un factor esencial: la temporalidad. En la CAV, de los 56.293 contratos suscritos en mayo, 52.756 fueron temporales, es decir, únicamente un 6% de los mismos fueron indefinidos, porcentaje incluso inferior al que se registra a nivel estatal (7%), lo que también indica un cambio de tendencia en el aspecto contractual y al mismo tiempo confirma el fracaso de la reforma laboral en su pretensión de incidir frente a la precariedad en el empleo.