Desatar el nudo
Las recomendaciones del Foro Social suponen una invitación a eliminar las premisas que, enlazadas en torno a la reinserción, la legalidad fijada en tiempo anterior y las políticas penitenciarias, parecían contribuir a bloquear el proceso
LAS doce recomendaciones para impulsar el proceso de paz que realiza el Foro Social en base a las recomendaciones de aquellos a quienes el ex primer ministro irlandés, Bertie Ahern, denomina "reconocidos e imparciales expertos internacionales en resolución de conflictos" son en realidad las pautas con las que dar continuidad a un primer consenso básico: la necesidad y el deseo de paz. Sobre él, una vez obtenido, se asienta la certeza que impide que otras diferencias malogren el proceso. Y a partir de su asentamiento pueden prosperar las pautas que definitivamente clausuren décadas de violencia y sinrazón. Por ello, las recomendaciones son una apelación a todas las partes para que, una vez consensuada la necesidad de paz, se eviten hábitos, términos o condicionantes que pudieran contribuir a bloquear avances. En ese sentido, el hecho de que desde la izquierda abertzale se haya coincidido en que "el proceso de integración" de los presos se deba desarrollar de "forma individualizada, escalonada y en tiempo prudencial" y requiera de estos "su compromiso con el nuevo escenario de paz" -lo que cabría ligar al desarme- además de "un reconocimiento del daño causado" debe tener continuidad con la adhesión a esos principios de los mismos presos, contribuyendo así a desbloquear su propia situación. Y, en el mismo aspecto, la recomendación de "adecuar la legalidad a la realidad y aplicar una justicia transicional", es decir, flexible para dar respuesta a las demandas con que la sociedad pretende cumplimentar las necesidades y deseos de paz del primer consenso básico, es también una apelación al respeto y garantía de los derechos humanos, incluyendo el de las personas presas. De ahí la recomendación de eliminar "medidas excepcionales contrarias a los estándares internacionales". Las doce recomendaciones, en definitiva, conforman además de un suelo sobre el que las más diversas sensibilidades políticas pueden relacionarse e impulsar el proceso, una oportunidad para avanzar frente al bloqueo en que parecía haber entrado este en los últimos meses gracias a la revisión de los condicionantes que estaban contribuyendo a mantener un nudo en torno a la reinserción y a las políticas penitenciarias y al modo de enfrentarlas por las partes.