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Déficit y contexto

Los datos del Eurostat, que desdicen al Gobierno español al contabilizar las ayudas públicas a la banca, y la corrección de las previsiones económicas enmarcan el anuncio por Rajoy el viernes de un nuevo paquete de medidas

LOS datos facilitados por Eurostat, la agencia estadística de la Unión Europea, respecto al déficit del Estado español, han vuelto a dejar en evidencia al Gobierno que preside Mariano Rajoy al dejar sentado que las ayudas públicas a la banca deben ser contabilizadas en el déficit, lo que el Ejecutivo español se resistía a aceptar, elevando este al 10,6% del Producto Interior Bruto, el mayor de la UE por encima incluso del griego. Cierto es que, excluido el rescate público del sector financiero, el Estado español habría corregido dos puntos su déficit en un año -del 9% en 2011 al 7% en 2012-, pero no lo es menos que las cifras macroeconómicas colocan al Estado, tal y como adelantaba el comisario económico Oli Rehn, en situación de riesgo similar al de Eslovenia: a ese déficit récord en la UE, España añade la deuda pública que más rápidamente crece (del 69,3% al 87% hoy y casi diez puntos en los dos últimos trimestres) con una estimación del 100% del PIB para 2015, un nivel de ingresos que pese a la relevante subida de impuestos es el segundo menor de la Unión (apenas el 36% del PIB) superando solo al irlandés, y el paro más elevado, ya del 27%. Ahora bien, que todo ello se admita públicamente ahora, rectificando por enésima vez las optimistas -e irreales- cifras con que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, pretendió cerrar 2012 al cifrar el déficit en un 6,6%, tres décimas por encima de lo pactado con Bruselas, que sin embargo lo situó después en un 7% a expensas de contabilizar el rescate bancario que hoy lo lleva al 10,6% tampoco es casual. Como no lo es el hecho de que sea precisamente esta semana cuando el ministro de Economía, Luis de Guindos, admite una contracción económica de hasta el -1,5% este año, más acorde con las previsiones del FMI (-1,6%) que con el -0,5% que el propio De Guindos vaticinaba apenas hace dos meses. Se trata, también, de ofrecer el contexto necesario para que Mariano Rajoy presente este próximo viernes el nuevo paquete de medidas que Bruselas exige -liberalización de servicios, retoque a la reforma laboral, alguna subida de impuestos y forzar la reforma de las pensiones- que dé pie a la Comisión Europea a extender en dos años los márgenes temporales impuestos al control del déficit que, hoy por hoy, marca metas inalcanzables para el Estado español.