El presidente de Rusia, Vladímir Putin, felicitó ayer a sus militares y las milicias prorrusas por su victoria en Lugansk, donde la víspera se hicieron con el control de Lisichansk, el último reducto ucraniano en esa región oriental de Ucrania, y exigió a su Ejército los mismo avances en los otros frentes.

“Las unidades que participaron activamente en la acciones de combates y que consiguieron éxitos, la victoria, en la dirección de Lugansk sin duda deben descansar, aumentar su capacidad combativa”, dijo el jefe del Kremlin en una reunión con su ministro de Defensa, Serguéi Shoigú.

Tras felicitar a los militares y pedirle a Shoigú que le presente la lista de quienes se distinguieron en los combates para condecorarlos, el mandatario subrayó que las agrupaciones de tropas Oeste y Este “deben cumplir sus tareas según los planes establecidos”. “Y confío que en las otras direcciones sucederá lo mismo que ha ocurrido hasta ahora en la de Lugansk”, dijo Putin para mayor claridad de lo que espera de sus tropas.

El jefe de Estado indicó que ayer mismo recibió propuestas de los comandantes de agrupaciones Centro y Sur, generales Alexandr Lapin y Serguéi Surovikin, respectivamente, para “desarrollar las operaciones ofensivas”. Shoigú informó a Putin de que durante la ofensiva que permitió tomar el control de las ciudades de Severodonetsk y Lisichansk y otras 22 localidades en Lugansk, las Fuerzas Armadas de Ucrania sufrieron 5.469 bajas, 2.221 de ellas mortales, y perdieron 196 tanques y otros blindados, 12 aviones, un helicóptero 69 drones y otro armamento diverso. “En estos momentos se lleva a cabo el desminado de Lisichansk, se suministra ayuda humanitaria y asistencia médica a la población civil”, dijo el ministro.

Ucrania quita hierro

Mientras en Moscú los militares recibían felicitaciones, en Kiev quitaban hierro a la caída de Lisichansk y primaba la narrativa de un repliegue ordenado para conservar fuerzas.

El gobernador de Lugansk, Serhyi Gaidai, aseguró ayer que las fuerzas ucranianas se retiraron de Lisichansk sin sufrir pérdidas.

“Nuestros militares podían haber mantenido la ciudad durante mucho tiempo, pero Rusia tiene ahora una enorme superioridad en artillería y pertrechos. Hubieran destruido la ciudad a distancia. No tenía sentido quedarse”, explicó.

En vista de ello, añadió Gaidai, se decidió una retirada a posiciones fortificadas situadas al oeste de Lisichansk para desde allí continuar la lucha contra el Ejército ruso.

“Para mí, personalmente, es duro y doloroso, pero no se ha perdido la guerra. Hemos perdido solo una batalla. Tenemos que conservar nuestro Ejército para que, cuando llegue en cantidades suficientes el armamento que suministra Occidente, podamos contraatacar”, dijo.

“La defensa de la aglomeración Lisichansk-Severodonetsk (SDL) ha sido una operación militar exitosa”, escribió ayer en Facebook el asesor de la Oficina de la Presidencia de Ucrania, Oleksiy Arestóvych.

Explicó que con ella se cumplieron cuatro objetivos fundamentales: contener las principales fuerzas del enemigo, infligirles numerosas bajas, ganar tiempo para recibir armamento occidental y perfeccionar la segunda línea de defensa, y preparar las condiciones para acciones ofensivas en otros frentes.

Arestóvych subrayó que la defensa de Lisichansk-Severodonetsk ha servido para romper el estereotipo de “ni un paso atrás” de los tiempos del Ejército Rojo que pesaba sobre las Fuerzas Armadas ucranianas.

“Al picar el cebo de la SDL, el Ejército ruso sufrió pérdidas que le quitan el sentido a cualquier éxito: con la captura de un centro regional han perdido la perspectiva de victoria en la guerra”, aseguró.

Arestóvych también destacó que si hace un mes Rusia atacaba en cinco direcciones y Ucrania en una o dos, ahora la situación es diferente: los rusos atacan en tres frentes (Járkov, Izium, Bajmut) y los ucranianos también en tres (Vuhledar, Zaporiyia y Jersón).

Las tropas ucranianas en el sur del país “avanzan lentamente pero de forma segura”, afirmó a su vez la portavoz del Mando Sur de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Nataliya Gumenyuk.

Desmintió así informaciones de prensa acerca de que las fuerzas de Kiev se encuentran ya a las puertas de Jersón, ciudad ocupada por Rusia desde hace cuatro meses.

“Lo que nosotros liberamos, primero lo aseguramos y solo después hacemos el anuncio. En tierra el enemigo no tiene éxitos en su avance, por eso emplea la táctica de los ataques con cohetes y aviación”, recalcó Nataliya Gumenyuk.

Nuevo gobierno en Jersón

Por otra parte, las autoridades prorrusas en Ucrania anunciaron la conformación de un nuevo gobierno en la región de Jersón, ubicada en el sur del país, formada por residentes locales y especialistas y profesionales de Rusia. Así pues, según detalla el líder de la Administración, Vladimir Saldo, el próximo jefe del Gobierno de Jersón será Sergei Eliseev, un militar ucraniano que desertó en favor de Rusia en 2014 tras el inicio de la guerra del Donbás. – NTM

En corto

Mujeres

Descartan la movilización. Las autoridades de Ucrania descartaron ayer la necesidad de obligar a las mujeres a unirse a las Fuerzas Armadas para lugar contra Rusia y acusó a su enemigo de desinformar al respecto, después de que varios canales de Telegram anunciaran que serán movilizadas para la guerra. La viceministra ucraniana de Defensa de Ucrania, Hanna Maliar, negó que se vaya a producir por el momento dicha situación y alertó de la presencia de noticias falsas.

Mariúpol

Falta de medicamentos. El Ayuntamiento de la ciudad de Mariúpol, ocupada por las tropas rusas en el marco de la guerra iniciada a finales de febrero, alertó ayer de que hay civiles que están muriendo debido a la falta de medicamentos.