Síguenos en redes sociales:

“Las empresas vascas han sabido adaptarse a todo tipo de mercados”

El delegado del Gobierno vasco en Nueva York, Ander Caballero Barturen, reconoce que hay preocupación pero destaca que Trump “no tiene libertad de acción”

“Las empresas vascas han sabido adaptarse a todo tipo de mercados”DEIA

Bilbao - Ander Caballero (Bilbao, 1979) asegura que “el temor no es una buena situación de partida” y pide esperar al 20 de enero para ver cómo se materializan las propuestas que ha hecho del presidente electo, Donald Trump, durante la campaña.

¿Cuál es el ambiente poselectoral en Nueva York?

-Ha habido manifestaciones por todo el país, en lugares donde el voto ha sido más progresista, más demócrata. Ha habido manifestaciones relativamente duras contra el presidente electo y esto no se había visto nunca antes, es un fenómeno nuevo en Estados Unidos. Por otra parte, en el día a día, todo sigue su curso, la alarma es relativa.

¿Cómo está viviendo la comunidad vasca este resultado?

-Estos días van a ser un poco de repaso con miembros del Congreso, miembros electos en diferentes estados, con gente de diferentes tintes políticos para recabar un poco su opinión. Hemos visto que en ciertos estados del oeste el voto ha sido mayoritariamente republicano. Sí es cierto que hay representantes electos en la diáspora vasca que son de corte demócrata que expresan su preocupación en varios términos.

¿Cuál es su principal preocupación?

-Por lo que he hablado con ellos de momento, lo que les preocupa es el tono que se ha establecido, que no es un tono al que están acostumbrados, es un tono radical en lo relativo a inmigración, a la libertad de culto. Esto es algo que no ha gustado, sobre todo en filas demócratas, más allá de que en filas republicanas pueda tener su impacto por lo que ha supuesto para el partido de Donald Trump.

Confebask reconoció el miércoles que hay cierta preocupación por la victoria de Trump. ¿Tienen que temer las empresas vascas al futuro presidente?

-No, creo que el temor no es una buena situación de partida. Creo que todos tenemos que mantenernos alerta ante la expectación y las incógnitas que está generando este proceso, pero no creo que el temor tenga que ser el punto de partida. Lo cierto es que el presidente electo ha tenido un discurso sobre política fiscal y política comercial que hace comprensible que las empresas estén en el alerta, pero habrá que ver la capacidad que tiene el presidente en cuanto a que no tiene libertad de acción. Habrá que ver cómo se plasman esas ideas. Las empresas vascas han sabido adaptares a todo tipo de situaciones y en mercados mucho más complicados que el estadounidense, entonces habrá que ver cómo van las cosas y adaptarse.

Trump ha prometido más proteccionismo. ¿Cómo puede afectar esto a las empresas vascas?

-Hay una serie de sectores con influencia directa en las empresas vascas, como puede ser el sector de la energía, de la automoción, la máquina-herramienta, que pueden verse afectados pero siempre en función de cuál sea la capacidad de esta administración para poner en marcha esas medidas. Así como en energía, por ejemplo, sí que parece bastante claro que las empresas que se dedican a energías fósiles, a energías con combustibles convencionales, pueden tener una situación ventajosa, por lo menos sobre el papel, de cara al futuro. Y en el lado contrario, vemos que las empresas de energías renovables pueden sufrir un golpe. Por otra parte vemos que todo lo que tiene que ver con aranceles, con tratados de libre comercio, sobre todo en lo relativo al Nafta, en cuanto a que nuestras empresas no solo están presentes en Estados Unidos, sino también en México, tiene un control parlamentario aquí. El presidente tiene capacidad para negociar esos tratados, pero lógicamente tiene que tener también en cuenta las consecuencias macroeconómicas, fiscales, que puede tener eso. Si bien es cierto que ese peligro existe, creo que tenemos que esperar a ver cómo nos adaptamos a eso.

¿Podría el Congreso, dominado por su propio partido, echar para atrás algunas de sus propuestas?

-Eso son dinámicas que se han visto en el Senado y la Cámara de Representantes en los últimos años. Al final, en una negociación parlamentaria, cada uno de los representantes electos tiene una responsabilidad ante sus votantes y eso, lógicamente, da resultados diferentes, no es tan automático.

¿Es el tema económico el que genera más incertidumbre y expectación?

-En cierta medida lo es, se podría decir que gran parte del electorado vota precisamente por esas consignas de recuperar la identidad económica propia de Estados Unidos, la propia actividad propia, que según dice el presidente electo ha salido de Estados Unidos para recalar en China, México, etc. Pero la preocupación en la calle y entre las personas que hemos consultado es un poco el tono que se está estableciendo en el discurso en cuanto a las libertades y lo que eso supone para el ideario estadounidense.