Durante seis meses, el Miramar-Centre Cultural de Sitges acogió el año pasado la exposición 'La Cubana 40+1 anys: viatge del no-res al 2021' dedicada a la compañía teatral catalana. Sus organizadores calculan que hasta el pasado mes de enero más de 20.000 visitantes se habían empapado de todo el universo creativo de La Cubana, que incluía objetos, escenografía, vestuario, fotos y vídeos de uno de los grupos escénicos más conocidos, queridos y canallas de la península. Para celebrar sus 40 años de existencia, el ayuntamiento de la ciudad costera y la compañía habían diseñado una ambiciosa muestra prevista para 2020 en el centro cultural del casco histórico de Sitges

La pandemia obligó a retrasar el aniversario -de ahí el apéndice de '40 años más 1'-, pero el éxito de público fue inapelable y la exposición se prorrogó varias semanas más de lo esperado para cubrir la demanda. La Cubana surgió en 1980 en las calles de Sitges de la mano de Vicky Plana y Jordi Milán, su actual director. "Todo el mundo sabe que si no hubiéramos mamado Sitges desde pequeños La Cubana no sería La Cubana", asegura Milán.  

SEÑAS DE IDENTIDAD

El peculiar estilo de La Cubana ha quedado patente en unos espectáculos que a lo largo de su historia se ha saltado los cánones establecidos en clave de humor. Varias generaciones de aficionados al teatro se lo han pasado bomba con piezas clave de las artes escénicas como 'La tempestat' (1986), 'Cómeme el coco, negro' (1989), 'Cubana Marathon Dancing' (1992), 'Cegada de amor' (1994), 'Mamá, quiero ser famoso' (2003) y 'Campanades de boda' (2012). Es un teatro "sencillo, de tú a tú, de pequeñas ideas. Un teatro artesanal", describen en la web oficial. 

Los montajes varían, pero hay lugares comunes en todos ellos: la transgresión, la sorpresa, el juego y, sobre todo, sus personajes. "Tienen vida propia y van más allá del simple guion establecido", ahondan desde el grupo teatral. El público es sujeto activo y cómplice, ya que se trata de que en las funciones "se sienta protagonista". Así, el teatro sería "un todo, desde la forma de pensarlo hasta la de realizarlo". No solo han recorrido una y otra vez los principales escenarios del país, sino que han aparecido en televisión, eventos empresariales, anuncios de publicidad y en los lugares más insospechados: mercados, iglesias, transportes públicos y también se han prodigado a pie de calle. Sin su apego a la realidad cotidiana, La Cubana no habría llegado tan lejos ni aguantado el tipo durante cuatro décadas. La calle ha sido una fuente de inspiración primordial, sobre todo en los primeros tiempos.  

EL NOMBRE 

¿Una compañía con ADN catalán y nombre caribeño? ¿Es un chiste? ¿Una manera de jugar al despiste y quedarse con el personal? ¿Una treta nominal? En la exposición 'La Cubana 40+1 anys: viatge del no-res al 2021' se desveló el origen de una denominación exótica y poco común para una empresa que tiene su cuna en Sitges. Al parecer, a sus promotores les vino la inspiración en una noche de fiesta en 1980 después de que en la tienda de ropa de la madre de Vicky Plana encontrasen un antiguo letrero llamado 'La Cubana'. 

La lista de intérpretes que en algún momento han engrosado la lista del grupo teatral nos da una idea de su importancia en el ámbito de la comedia: Santi Millán, José Corbacho, Anna Borrachina, Yolanda Ramos, Mónica Pérez y Meritxell Huertas, entre otros muchos, han formado parte de un elenco muy conocido. A largo de su historia, La Cubana ha representado 12.000 funciones en cientos de teatros y auditorios, contagiando su humor a un total de 5 millones de espectadores.   

Los espectáculos de La Cubana no pasan desapercibidos.

Los espectáculos de La Cubana no pasan desapercibidos. Wikipedia

'TERESINA S.A.'

Las 'Teresines' eran tres hermanas solteras que vivían en el barrio de Gràcia de Barcelona a principios de los años 90. La serie de ficción de La Cubana y TV3, 'Teresina S.A.', solo se emitió durante 13 capítulos, pero dejó una sonrisa que aún perdura en la sociedad catalana. En 2017, coincidiendo con el 25 aniversario de la emisión del primer capítulo en 1992, sus seguidores se agolparon a las puertas del teatro Coliseum de la Gran Vía de la capital barcelonesa para hacerse con una entrada gratuita y asistir a un evento en el que pudieron ver en maratón la serie al completo. 

Los personajes que encarnaron Mont Plans, Mercè Comas y Sílvia Aleacar eran unas modernas en su época. Las tres guardaban su edad con secretismo mientras se dedicaban a airear cotilleos. Las hermanas estaban rodeadas de un vecindario pintoresco y muy divertido, entre los que destacaba su hermano pequeño y solterón (Miquel Crespi); un peluquero gay y más cotilla si cabe que las 'Teresines' (José Corbacho); una mujer (Anna Barrachina) que vivía en el cuarto piso y que estaba casada con un guardia urbano; una amiga de toda la vida (Carme Montornés); y la viuda de un militar a la que daba vida María José Pérez. 

Tal y como definió acertadamente el periodista Oriol Rodríguez, "Teresina es el nombre que La Cubana utiliza para definir a toda una serie de personas (hombres o mujeres) con una manera de ser, de actuar y ver las cosas. Una filosofía vital intrínsecamente nuestra perfectamente plasmada". 

QUE VIENE EL COCO

Estrenada en 1989, 'Cómeme el coco negro', dirigida por Jordi Milán, se convirtió en el primer gran éxito de la compañía y disparó su prestigio abriéndoles las puertas a los escenarios de todo el mundo. 'Cubana’s delikatessen', 'La Tempestat' y 'Cubanades a la carta', todas facturadas en los años 80, pertenecen a una etapa anterior más amateur. La obra se estrenó el 3 de julio de 1989 en el Mercat de las Flors de Barcelona. Tuvo una versión televisiva y ha contado con sucesivas adaptaciones en los últimos años, incluida una edición en DVD producida por la Gran Enciclopedia Catalana en 2009. 

En 'Cómeme el coco negro' se narra la historia de una compañía de music-hall a través de una original premisa: la representación empieza una hora antes de los previsto y el público llega a la sala cuando faltan solo cinco minutos para que termine la obra. Ante las lógicas protestas de los asistentes, los actores se dedican a contar su vida sin pelos en la lengua al tiempo que recogen sus cosas. Se desvelan intimidades, secretos y miserias abiertamente en un espectáculo que recoge todo lo que los fans de La Cubana esperan de sus shows: costumbrismo, pinceladas kitsch, chistes con dobles sentidos y una continua interacción con la audiencia. La obra contó con la flor y nata de la compañía. Junto con Carme Montornès, en el papel de la supervedette Lidia Clavel, participaron Mercè Comes, Mont Plans, Anna Barrachina, Sílvia Aleacar, Miquel Crespí, Josep Corbacho, Jaume Baucis, Ferran Botifoll y Santi Millán.

El RENACIMIENTO

Para muchos se trata de su último gran espectáculo. El musical 'Gente Bien' (2016) está basado en un divertido sainete escrito por Santiago Rusiñol en 1917. Prácticamente un siglo después, en La Cubana se dieron un festín teatral a costa de los nuevos ricos de ayer y de hoy. La acción se traslada a tres épocas diferentes en las que coincide un ejemplar poco edificante, interesado y mezquino: el pijo. Primero nos situamos en 1951, en plena dictadura franquista, fecha que coincide con el nacimiento del director de la compañía, Jordi Milán; de ahí, se produce un salto a 1980, año de despegue de La Cubana y de efervescencia democrática donde afloraron chaquetas de pana y las artimañas de siempre para hacerse rico; por último, el pijo con ínfulas viaja al presente, cien años más tarde que los personajes dibujados por el maestro Rusiñol.

Desde que en 2012 presentaron 'Campanades de boda', La Cubana no se dejaba ver en Barcelona. Hay quien pensó que 'Gente Bien' era una despedida rusiñolesca: "El batiburrillo tan característico de La Cubana" -se podía leer en una crítica aparecida en el blog de crítica teatral Somnis de Teatre- "va in crescendo a medida que avanza la obra, hasta que finalmente, se hace recapitulación de lo vivido en tantos años de existencia de la compañía teatral. Sobre el escenario, dos actrices míticas, Mont Plans y Mercè Comas, y el propio director Jordi Milán reflexionan sobre sus inicios, sobre el teatro y sobre sus vidas, en una función donde el amor al teatro es palpable, y la manera de ser de La Cubana, en su madurez, se nos muestra en retrospectiva".

Espectáculo de la compañía teatral La Cubana en Barcelona. Jose Luis Quintanilla / Pixelarus

AGUR, ARTURO

Hasta el día de hoy, su obra más reciente. La veterana compañía quiso festejar su 40 aniversario con una doble propuesta; por un lado, una exposición en Sitges que mostrase todas sus caras desde los inicios hasta ahora y, por otro, la presentación de la obra teatral 'Adeu Arturo' en el Teatro Coliseum. La pandemia chafó sus planes, pero solo momentáneamente. En 2021, Sitges se volcó con una muestra que rompió todos los registros esperados durante el segundo semestre del año pasado.

En febrero de 2022, al fin se estrenó 'Adeu Arturo' en Barcelona. La fecha estaba inicialmente fijada para septiembre de 2020 y aterrizaba en la Ciudad Condal con una producción muy rodada que se había dado a conocer en una amplia gira española. El periplo empezó en el Teatro Olympia de Valencia el 18 de mayo de 2018, en un espectáculo que el director Jordi Milán calificó como una obra "para reírse del muerto, del luto y de los funerales".

La Cubana reivindicaba así el valor del teatro popular. De paso, la compañía ha puesto en primer plano la risa dándonos una inyección de optimismo en un periodo aciago marcado por el coronavirus, el auge de la extrema derecha y una economía maltrecha que golpea el bolsillo de las familias más humildes.