Fueron miles los extremeños que emigraron de su tierra para instalarse en Euskadi en busca de un futuro prometedor, el que la industria de la segunda mitad del siglo XX les ofrecía. Ramiro y María Dolores, provenientes de Cáceres y Badajoz, respectivamente, se instalaron en Vitoria-Gasteiz cuando tenían 3 y 12 años y pertenecen a esa generación que mira con cariño y distancia la tierra que les vio nacer, a la que vuelven de vez en cuando para visitar a familiares y amigos.

Hoy, desde Vitoria-Gasteiz, la ciudad que les acogió, en la que crecieron y donde se conocieron gracias a la hermana de Ramiro, nos hablan de sus vidas, su familia y sus aficiones. La pandemia les metió dentro el gusanillo de los autodefinidos y, además de haberse convertido en una forma de entretenimiento y conocimiento y haber podido conocer la historia de lugares de interés de la zona, su afición y empeño les ha convertido en ganadores de nuestro concurso.

¡Un cacereño en Vitoria-Gasteiz, pero eres ya un auténtico patatero!

-Ramiro Talavera: Sí, llevo aquí desde el año 57 porque vine con tres años, pero bueno, últimamente aquí las patatas se llevan poco... (Risas)

-María Dolores Melabé: Comemos patatas de fuera en vez de aquí porque al final muchas cosas las traen de otros sitios. Como pasa con los plátanos o las naranjas, que muchos no son de ni Canarias ni de Valencia…

Y tú, María Dolores, eres natural de Extremadura también, concretamente de Badajoz. ¿Os conocisteis allí o aquí?

-María Dolores: Sí. Nos conocimos aquí. Yo era amiga de su hermana y a raíz de eso, nos fuimos conociendo y ya llevamos 41 años casados.

-Ramiro: Y tenemos dos hijos, uno de 39, Ramiro, y Ainhoa, de 35.

-María Dolores: Y dos nietas, Izaro y Aiala, que ya tienen ocho y cuatro años.

-Ramiro: También dos perras y ahora una más que ha cogido nuestro hijo. 

¿Os gusta hacer los pasatiempos de la revista? ¿Llevabais mucho tiempo haciéndolos?

-Ramiro: Desde que empezó la pandemia. Empecé haciéndolos porque me entretenía y también porque con las fotos puedo conocer sitios de Euskadi y Navarra.

-María Dolores: Es que eran muchas horas encerrados y teníamos que pasar el tiempo.

-Ramiro: Para hacer los pasatiempos tienes que tirar de diccionarios y de las enciclopedias de cuando estudiaban los hijos. De ahí, salen muchos. Porque, tela con algunos, ¿Dónde rebuscan esas palabras? (Risas)

Ramiro Talavera y María Dolores Melabé. AIDA M. PEREDA

¿Qué es lo que os gusta hacer en vuestro tiempo libre?

-Ramiro: A mí me gusta mucho la lectura, investigar por Internet y buscar cosas. 

-María Dolores: Y a mí me gusta hacer costura.

-Ramiro: Además, como buenos abuelos, nos gusta estar con los nietos, pasear…

-María Dolores: ... Llevarnos a los perros a dar una vuelta…Depende de los turnos que tengan nuestros hijos sacamos también a las perras. Si es por la mañana va él solo y si es por la tarde vamos los dos. Luego iremos a buscar a las nietas también, que están en las colonias.

Ramiro, ¿en qué tipo de cosas te gusta indagar?

-Ramiro: Un poco de todo… Me dediqué una temporada a hacer el árbol genealógico de la familia y me interesa mucho todo lo relacionado con la memoria histórica.

¡Qué interesante!

-Ramiro: Pidiendo las actas de nacimiento al Obispado he llegado hasta 1870. Te sacan una copia y te lo mandan sin traducir y luego está la labor de descifrarlo, porque ya sabes que tienen una letra que no se entiende un carajo. Me interesaba un poco ver lo que pasó en relación al tema de la memoria histórica, en general, y también por el caso particular de mi abuelo.

-María Dolores: Está ahí con una lupa, mirando las letras y descifrando las frases para luego pasarlas a mano a una hoja. Es una forma de estar entretenido. (Ramiro se va a otra habitación para enseñarme un documento).

¿Qué es?

-Ramiro: Es el acta de nacimiento de mi bisabuelo. Estas letras no son muy malas para traducir, hay otras mucho peores. Vas descubriendo los nombres de tus antepasados, como los padres de mi bisabuelo y de sus abuelos. Todos son extremeños.

-María Dolores: Es tener tiempo e interés. Empezó antes de jubilarse en la fábrica y ya con la jubilación fue cuando más tiempo le dedicó a toda esta investigación familiar. Muchas veces le digo que pierde la noción del tiempo con todo esto…

-Ramiro: (Me enseña otro documento con fotos). Estas son las mujeres de mi abuelo y de mis tíos abuelos. Vas conociendo nombres y datos y te vas entreteniendo y con todo esto ya tengo más de seis carpetas.

Y mientras Ramiro está entretenido con todo esto, ¿a qué dedicas tu tiempo libre, María Dolores?

-María Dolores: Yo me lío con el ganchillo y el punto hasta la hora de cenar. Mientras Ramiro está leyendo o investigando hago algunas cosas para las nietas y en ese rato estoy muy entretenida.

¿Cómo aprendiste?

-María Dolores: Me enseñó mi madre a hacerlo porque le encantaba. Ella le enseñó también a las nietas y a mi sobrina, que son de la misma edad. Es algo que pasa de generación en generación. Yo de ver cómo hacía ella fui aprendiendo y para mí es una forma de relajarme. El punto relaja, pero el ganchillo relaja más todavía (Risas).

“Me relajo haciendo ganchillo, cuya técnica aprendí de mi madre, mientras Ramiro está en sus investigaciones”

María Dolores Melabé

¿Os gusta leer entonces?

-María Dolores: Sí, pero Ramiro lee más que yo. A mí me gusta mucho Calderón de la Barca. Sus obras son todo un clásico.

-Ramiro: A mí me gustan los libros de historia. El último que pillé fue de un escritor extremeño que se llama Víctor Chamorro que contaba cómo era Extremadura en tiempos atrás. Desde la Guerra Civil en adelante. La historia de España y de la Guerra Civil son interesantes para mí.

¿Por qué te interesa tanto este tema?

-Ramiro: Por la implicación que tiene con mi familia. Se llevaron a mi abuelo por delante y, a raíz de eso, empecé a investigar y a tirar del hilo, a consultar los archivos oficiales, a escribir a la Diócesis y a los archivos oficiales de Madrid, Cáceres, Badajoz, Salamanca… 

-María Dolores: Cuando recogí el sobre de Correos y vi que tenía que firmarlo, porque venía certificado, pensé: “Pero este tocho… ¿qué es?”. “Viene de Madrid”, me dijo la cartera.

-Ramiro: Es que he conseguido muchos documentos, entre ellos el expediente del juicio que le hicieron.

¿Fue dolorosa llevar a cabo esta investigación?

-Ramiro: Cuando me enviaron el archivo de la investigación, que eran unas cien hojas, me tiré cuatro o cinco días sin poder levantar cabeza…

Supongo que todo esto te habrá servido para quedarte más en paz.

-Ramiro: Sí. Llevo con esta investigación desde el año 79. Empecé todo esto con los artículos que sacaba la revista Interviú. Recopilé cosas sobre el tema y comencé a investigar y a escribir a periodistas y escritores para saber qué le había pasado a mi abuelo y a sus dos hermanos. A los tres les mataron por sus ideas el mismo día.

-María Dolores: Claro, si no lo haces, tienes la cosa de qué habrá pasado con él.

¿Os gusta viajar?

-Ramiro: No somos muy nómadas. Antes sí, en agosto nos íbamos a nuestra tierra, a Extremadura.

-María Dolores: Solíamos ir los veranos porque mis padres tienen casa allí. Achicharrados, pero el calor se aguanta más allí que aquí. Es distinto calor, es más seco.

¿Por qué emigraron vuestros padres a Euskadi?

-Ramiro: La gente emigraba para comer. Allí no había para comer y a la gente de aquí le interesaba la mano de obra. Mucha gente mayor de Extremadura y Andalucía cuando les haces esta pregunta doblan la cara y al final reconocen que emigraron por la falta de trabajo ya que allí solo trabajaba quien decidía el patrón y si no, había que ir a coger bellotas.

Ramiro y María Dolores preparando la comida.

¿Cómo ha cambiado Vitoria-Gasteiz desde que llegasteis de niños?

-Ramiro: El mayor cambio han sido las relaciones sociales con la gente. Ahora la gente es más individualista, cada uno va a lo suyo. Antes en el trabajo no había problemas, la gente se llevaba bien, pero en cuanto la gente empezó a mirar por sus cosas empezaron los problemas. Esto pasó en la empresa y luego se ha generalizado pasando al barrio, la comunidad, la calle…

-María Dolores: Con la pandemia se ha acentuado más. La última vez que fuimos a Cáceres, al pueblo, hace cuatro años, también se notaba que la gente saludaba menos.

-Ramiro: Antes había más ambiente, pero ahora la gente sale menos. Antes, la gente de los pueblos se sentaba en la puerta por las noches hasta las dos de la mañana sentados a la fresca y hablando que daba gusto. Ahora eso ya no pasa. La unión de los pueblos se ha ido perdiendo poco a poco y en la ciudad ya casi no existe porque se han perdido las relaciones con los vecinos.

¿Cómo veis la crisis que vivimos ahora?

-Ramiro: La crisis de ahora es de caprichos. Ahora no nos falta de nada.

-María Dolores: Podemos vivir con la mitad de lo que tenemos. La sociedad nos invita a consumir todo el rato.

-Ramiro: Tener coche, por ejemplo, es un capricho. O vas al supermercado y hay gente que llena los carros hasta arriba y si empiezas a mirar, la mitad de las cosas son prescindibles. 

RAMIRO TALAVERA

68 años. Trabajó de obrero para la empresa Kemen de fabricación de mobiliario de oficina que tenía sede en Vitoria-Gasteiz, pero en 2010 y tras una fuerte crisis, la compañía cesó su actividad dejando a más de 130 personas sin trabajo. Ramiro fue uno de ellos. A partir de ese momento, su jubilación se adelantó. El proceso de adaptación a su nueva vida no fue fácil y le afectó durante algunos años a nivel anímico, pero después se adaptó y ahora lleva una vida feliz donde reina la palabra tranquilidad. Hacer autodefinidos, leer, pasear, estar en familia y disfrutar de sus nietos es lo que más les motiva.

MARIA DOLORES MELABÉ

Llegó a Vitoria con 12 años desde su pueblo natal pacense Zalamera de la Serena, donde se representa todos los años la obra de teatro de Calderón de la Barca que lleva por nombre ‘El alcade de Zalamea’ en el festival que ha sido declarado Fiesta de Interés Turístico Regional. A sus 64 años es gran aficionada al punto y al ganchillo, que aprendió de su madre, y junto a su marido forma un gran tándem. Suelen dar largos paseos por Vitoria-Gasteiz y alrededores en compañía de sus hijos, Ramiro y Ainhoa, y sus nietas, Izaro y Aiala, y también disfrutan sacando a las dos perras de su hijo, Tai y Nai.




¿Y cómo veis todos los cambios que están sucediendo en el mundo?

-Ramiro: Yo creo que son ciclos. Hace millones de años casi desapareció toda la vida en la tierra y después volvió a salir y ahora nos ha tocado vivir esto. 

-María Dolores: Al final aceptas, eso es lo más importante. Si antes te juntabas con gente y ahora no, pues lo aceptas. Con los cambios hay que hacer eso.

¿Os gusta hacer deporte?

-Ramiro: Sí. Yo voy a nadar. Suelo ir a la piscina pero en estos meses cierran. Suelo hacer 24 largos cada vez que voy.

-María Dolores: También nos gusta pasear. Madrugamos y solemos salir de 6 de la mañana a 8, cuando no hace calor. Tenemos muchas zonas verdes por aquí para andar.

-Ramiro: Durante la pandemia hemos andado mucho, hacíamos una media de ocho kilómetros al día.

¿Cómo os ha afectado la pandemia?

-Ramiro: Directamente no nos ha tocado ni afectado. A los quince días de haberme puesto la vacuna me dio un pequeño trombo en el ojo, pero no lo han relacionado directamente con esto. Por lo demás, fue bien.

-María Dolores: El confinamiento lo hemos llevado bien, salíamos a comprar cuando podíamos, él leía, yo hacía alguna chaqueta y poco más se podía hacer…

-Ramiro: (Me enseña una hoja con números): Esto es lo que hemos andado en el último mes.

Ah, pero… ¿apuntáis los kilómetros que hacéis?

-María Dolores: Sí. Apunta todo.

-Ramiro: El mes pasado hicimos unos 280.000 pasos.

“Ramiro apunta todo. Incluso los kilómetros que hacemos andando los dos juntos cada mes”

María Dolores Melabé - Ama de casa

Pues el premio que os ha tocado es una ‘smartband’, ¡os va a venir muy bien entonces!

-María Dolores: Sí. Será para mí porque él ya tiene ya un reloj inteligente que le regaló nuestra hija.

-Ramiro: De todas formas, a mí lo que más ilusión me ha hecho ha sido ganar. El regalo da igual. Empezaba ya a mosquearme porque casi siempre salía gente de Bizkaia, Gipuzkoa y Navarra, y yo decía: “¿Y los de Vitoria dónde están?” (Risas)

-María Dolores: Yo le decía: “tranquilo, que ya te tocará…”

¿Qué tipo de alimentación lleváis? ¿Os gusta comer sano?

-María Dolores: Sí. Yo soy diabética y a Ramiro le dio un infarto hace siete años por lo que llevamos el mismo régimen y la misma alimentación. Tuvimos que bajar el pistón.

-Ramiro: Carnes blancas, pollo, cosas sin aceite, sin sal, sin poder beber, sin poder fumar…y a comer verdura (Risas).

-María Dolores: Comemos todo a la plancha y muchas verduras. Alguna vez hacemos algún bizcocho, pero claro, tiene que ser sin azúcar.

-Ramiro: ¡Hemos dejado de comer todo lo bueno, como un buen chuletón o unos fritos! Tenemos un pequeño huerto, pero este año ha ido mal porque tuve una caída y se me resintió la espalda y entre eso y cómo ha venido el tiempo… que en el mes de febrero tenía que andar medio regando, pues no he podido hacer nada…

“La crisis actual no es como la de antes porque ahora hay muchas cosas que en realidad son prescindibles”

Ramiro Talavera - Jubilado

¿Tenéis algún sueño por cumplir en vuestra vida?

-María Dolores: Sí. Ir a la playa. (Risas)

¿Nunca has ido?

-María Dolores: Sí, pero en realidad nosotros somos más de secano. 

-Ramiro: A mí me encanta la playa también, pero lo que no me gusta es conducir y meterme en sitios que no conozco. Cuando los hijos eran pequeños hemos ido alguna vez a Jávea o a Burriana, en Castellón.

-María Dolores: Hace un par de años estuvimos con unos amigos pasando el día por Zarautz y por Deba y el año pasado estuvimos con nuestro hijo en Donostia, aunque más que en la playa estuvimos paseando por los pueblos de alrededor y por el campo. 

María Dolores y Ramiro poniendo la mesa con ganas de recibir a sus nietos.

-Ramiro: (Señala una foto que tienen con una playa detrás en la estantería del salón). Esa foto nos la sacamos por la zona de Zumaia en unos acantilados. Lo pasamos muy bien.

-María Dolores: A nuestro hijo le encanta ir por ahí los fines de semana. Tiene una furgoneta que ha camperizado y siempre que puede se marcha fuera. Y nuestra hija suele ir de vacaciones con las niñas, pero nosotros somos sedentarios.

-Ramiro: Alguien se tiene que quedar para cuidar la casa, ¿no? (risas)

-María Dolores: Pero vamos, que yo no lo echo en falta.

-Ramiro: Si te acostumbras a hacer una vida tranquila, no echas de menos salir fuera. Un paseo, unas cañas y a casa.

-María Dolores: Yo muchas veces le digo: “¡si total te marchas fuera y vienes más cansado!”

¿Nos recomendáis algún sitio para pasear por aquí, cerca de Vitoria-Gasteiz?

“Vitoria-Gasteiz ha cambiado porque ya no hay tanta relación entre la gente. No conocemos a nuestros vecinos”

María Dolores Melabé

-Ramiro: Sí. Nosotros solemos andar mucho por La cueva de los Goros, que es donde tenemos la huerta, en la zona de Hueto, arriba. Yo no he visitado aún las cuevas, y eso que llevo 35 años teniendo la huerta ahí y la cueva está campo a través a diez minutos andando, pero no he ido…

-María Dolores: Yo sí he ido, con mi hermano y sus hijos. Es una ruta muy bonita.

-Ramiro: También os recomendaríamos La Rioja Alavesa y el Valle de Ayala. Son viajes cortos para pasar el día. Comes, ves el sitio y vuelves. Eso hacemos mucho.

¿Y esta foto tan bonita?

-Ramiro: Son las perras de nuestro hijo, Tai y Nai. Creo que Tai es un nombre egipcio.

¿Os iríais a Egipto de vacaciones?

-Ramiro: Mmmm, no me llama. Me llama más Extremadura (risas).

-María Dolores: Al estar encerrado ha aprovechado también para conocer más la historia de Extremadura en Internet leyendo artículos. 

-Ramiro: Uno me llevaba a otro y así he llegado a leer periódicos de 1800, algunos de 1600, de colecciones que hay en los archivos de la Hemeroteca Nacional. 

¿Qué es lo que más te llamaba la atención de esas historias?

-Ramiro: Los nombres, la forma de vivir, lagente… Me interesa conocer todo lo que había por aquel entonces.

-María Dolores: Como ves, en nuestro día a día hay mucha curiosidad y mucha tranquilidad.