rantxa Berruete Rodrigo y Antonio Chiorazzo nos abren las puertas de su casa en Pamplona en este número de IN. Se conocieron hace catorce años en Florencia cuando ella estaba realizando unas prácticas internacionales en el estudio de arquitectura donde trabajaba él. Aquel primer encuentro en la capital de la Toscana, sembró la semilla para que surgiera el amor cuando regresó por segunda vez a la ciudad italiana. Había finalizado el Grado Superior para ser diseñadora de interiores y sentía que quería probar suerte en Florencia. Sus padres y su familia la miraron extrañada, ya que dejaba su trabajo como auxiliar de ambulancias, pero ella lo tenía claro.

Una vez allí se reencontró con Antonio, pero esa vez fue diferente. Desde entonces han pasado catorce años y muchísimas experiencias que han vivido tanto en Italia, Inglaterra y ahora en Pamplona. Una de las más especiales la vivieron en Londres, cuando se casaron en 2018, y posteriormente lo celebraron con su entorno más cercano en Matera, lugar de nacimiento de Antonio, y Pamplona, la localidad natal de Arantxa.

En este viaje personal de casi tres lustros se han desarrollado profesionalmente en diversos ámbitos. Él ha trabajado como arquitecto y fotógrafo, entre otras cosas, y ella tanto de diseñadora como de fotógrafa. Aun así, se autodenominan de forma jocosa ‘Los Leonardos’ haciendo alusión a la multidisciplinaridad de Leonardo Da Vinci. Su último proyecto, y la razón por la que estamos en su casa, es su proyecto de lifecasting ‘No me sueltes nunca’.

A continuación nos hablarán de cómo surgió este trabajo y entre otras cosas nos contarán cuál es su filosofía pra descubrir el día a día de esta pareja navarro-italiana, así como algunas de las vivencias que han experimentado en sus largas estancias en Italia, Inglaterra o Pamplona.

Antes de nada, ¿podéis contarnos cómo unen sus caminos una Auxiliar en Emergencias en Pamplona y un Arquitecto de Matera, al sur de Italia?

-Arantxa Berruete: Pues lo cierto es que nos conocimos en Florencia.

-Antonio Chiorazzo: Sí. Yo estaba viviendo allí. Estudié Arquitectura después de hacer Bellas Artes y trabajaba en un estudio de arquitectura. (Conoce Matera, el pueblo al sur de Italia donde la historia está al alcance de la mano, en la pág. 20-21).

-Arantxa: Y yo, después de haber trabajado en el sector sanitario, recién cumplidos los treinta, me puse a estudiar un grado superior de Diseño de Interiores y terminé en Florencia con una beca Leonardo trabajando en el estudio en el que trabajaba Antonio. Fue allí donde nos conocimos.

-Antonio: Sí.

-Arantxa: Lo más curioso es que al principio yo ni siquiera quería ir a Florencia, sino que mi primera opción era Inglaterra. Pero al final la beca me supo a poco y regresé a Florencia por mi cuenta. Así me empezó el gusanillo de querer vivir fuera. No quería limitarme a vivir siempre en un mismo sitio.

Por eso no parasteis de viajar desde entonces...

-Antonio: Eso es. De Florencia yo me fui a Milán por trabajo para un año, mientras ella se marchó a Londres a aprender inglés. Y después fui yo para Londres y allí estuvimos viviendo siete años.

¿Y por qué regresaste a tu tierra de origen, Navarra, hace tres años?

-Arantxa: En realidad vino él a Pamplona antes que yo (risas). Vino seis meses antes por un trabajo temporal que le surgió y con el objetivo de mejorar su castellano.

¿Y de mientras tú seguiste en Londres?

-Arantxa: Sí. Vivíamos en la zona de West Kensington, pero tras siete años veíamos cómo los vecinos cambiaban y cómo la evolución del barrio iba a peor y además, el ambiente cambió de forma radical desde el día siguiente a la votación del Brexit.

-Antonio: La última gota que colmó el vaso y que nos hizo saber que teníamos que irnos fue cuando nos entraron en casa a robar. Creo que hemos vivido Londres intensamente y a nuestra medida, que es un lujo, pero llegó un momento en el que te das cuenta de que esa etapa había acabado. Nos dimos cuenta de que nuestra vida no era compatible con los ritmos de Londres, sentíamos que necesitábamos un cambio. Londres es un lugar para tiburones y en ese momento lo que buscábamos era paz.

-Arantxa: Y en esa situación elegimos Navarra porque éramos conscientes de lo que cuesta empezar de cero y sabíamos que con apoyo iba a ser mucho más fácil.

¿Y Pamplona será vuestro destino definitivo?

-Antonio: Bueno... nunca se sabe si seguiremos aquí.

¿Notáis mucho cambio en vuestro día a día en Florencia, Londres y Pamplona?

-Arantxa: En realidad cada lugar es distinto y nosotros tratamos de vivir cada experiencia al máximo en ese sitio. Si en un sitio se come de una manera, se habla de otra o se hace una cosa u otra nos adaptamos.

-Antonio: Es que no hay otra alternativa. Si uno vive en muchos lugares se da cuenta de que esa es una regla básica de supervivencia. O te amoldas al lugar en el que estás viviendo, o estás perdido. Eso no quiere decir tampoco que pierdas tu identidad, tus recuerdos o tradiciones, pero no tienes que imponerlas. Al final es encontrar un término medio.

¿Y qué te parece la gente de Navarra, Antonio, es muy distinta a la gente del sur de Italia?

-Antonio: ¡Qué pregunta más comprometida! (Risas) Podría comparar a los navarros con los milaneses, al norte. Veo que aquí, al igual que allí, hay un desarrollo social increíble y una identidad clara y eficiente. El sur de Italia, en cambio, destaca porque hay un gran legado patrimonial y artístico.

De los lugares donde habéis vivido, ¿dónde es más complicado relacionarse?

-Antonio: Sin duda en Londres. Allí no existe el concepto de cuadrilla como aquí. Allí tú eres tú entre nueve millones de personas.

-Arantxa: Pero la cuadrilla también limita mucho. Parece que si estás en una tienes que hacer A, B y C. Es decir, ir al monte, de sidrería y potear. Y yo era típica navarra, de esquiar, de ir al monte, de ir a las fiestas... hacía todo eso, pero ahora, en cambio, lo hago sólo cuando me apetece, no porque toque (risas).

Hablando del monte... ¿os gusta el deporte?

-Arantxa: Sí. Yo ahora, de hecho, trabajo como administrativa en un gimnasio, pero no me queda mucho tiempo para practicarlo (risas). He hecho nueve años baloncesto, tres de atletismo y luego me metí en danza-jazz y baile latino.

-Antonio: No lo dice, pero fue profesora de danza y baile en Pamplona (risas).

-Arantxa: Sí, es verdad (risas). Me gusta el monte, pero mi máximo récord ha sido el Aneto un par de veces.

-Antonio: En mi caso, la actividad física tiene que tener un sentido. A veces voy al gimnasio, duro cuatro meses y luego lo dejo. Me aburre, no lo entiendo. Aun así, he descubierto, gracias a Arantxa, a raíz de vivir aquí en Navarra, el sentido de subir una montaña y cuando vamos al monte, lo disfruto.

Bueno, y cambiando de tema... En realidad estamos aquí porque nos ha llamado mucho la atención un hobby al que habéis dado rienda suelta durante la pandemia y que se ha convertido en un proyecto profesional, ‘No me sueltes nunca’. Contadnos un poco, ¿qué es eso del lifecasting y cómo lo descubristeis?

-Antonio: Lo conocimos cuando vivíamos en Londres. Consiste en hacer una escultura de una persona o de una parte del cuerpo de esa persona a partir de un molde que se hace a medida. Nosotros habíamos hecho ya cursos sobre esta técnica y cuando llegó el confinamiento, a Arantxa le surgió la necesidad de poder sentir a su familia de alguna forma. (¿Qué es el lifecasting?, descúbrelo en la página 9).

-Arantxa: El confinamiento fue muy duro. Recuerdo cuando iba a llevarle la compra a mi madre y no podía tocarla. Ahí surgió esa necesidad de hacer algo.

-Antonio: Entonces empezamos a practicar esta técnica, investigamos con diferentes materiales y mezclas de pintura, hicimos nuestro propio molde con nuestras manos y empezamos a hacer a nuestros familiares y amigos. Compartimos los resultados en redes y la gente empezó a interesarse mucho por lo que hacíamos y a día de hoy nos desplazamos por toda Navarra y Euskadi para hacer estas esculturas a domicilio. Al final es algo muy íntimo y especial para las personas que participan en la creación de esta escultura. Tiene mucho significado.

-Arantxa: Vivimos unos tiempos apocalípticos...

-Antonio: ... que no sabemos cuándo acabarán y que ahora se está complicando otra vez. La única certeza que tenemos son nuestros seres queridos, así que vamos a celebrar que estamos con ellos, ¿no?

-Arantxa: Sí. Son algo a lo que siempre nos podemos agarrar y representamos eso a través de las manos.

-Antonio: Las manos son muy expresivas. Incluso en una relación, antes del primer beso, las dos personas se tocan primero... (’No me sueltes nunca’ o un recuerdo eterno de tus seres queridos, en las páginas 10-11).

Este trabajo os permite conocer a familias de todo tipo y que os abran las puertas de sus casas, ¡igual que nosotros!

-Arantxa: ¡Sí, es verdad! Cada familia es especial y...

-Antonio: ...la gente lo vive como algo especial. Valoran mucho la experiencia de hacer con ellos el molde que servirá luego para hacer su escultura.

Son muchas las historias que conocéis, ¿os marcan de alguna manera a nivel personal?

-Arantxa: ... Sí. Nos adentramos tanto en la historia de cada persona y de cada familia que es lo que hace cada obra especial. Hemos hecho desde bebés hasta a una mujer de 87 años o un perrito.

Por curiosidad, ¿qué material utilizáis?

-Antonio: Es una resina acrílica y la pintura, a elegir entre cobre, plata y oro, es una mezcla especial que hemos desarrollado nosotros.

-Arantxa: Sí. Detrás de estos acabados hay mucha investigación de materiales y técnicas. Empezamos en diciembre de 2020 con este proyecto de ‘No me sueltes nunca’, pero desde entonces hemos evolucionado mucho pero seguimos aprendiendo y mejorando. Además nos gusta seguir experimentando. Podemos hacer muchas cosas, todo es proponérnoslo y ya vemos luego si es posible hacerlo o no.

¿Y qué es lo más raro que os han pedido?

-Arantxa: Nos han pedido hacer esculturas a partir de una foto.

-Antonio: Al principio no entendíamos cómo nos pedían eso... pero entendimos que era tanto el deseo de tener algo de un familiar que ya no está que eran capaces de pedir algo imposible.

-Arantxa: Yo me pongo en su lugar porque hace años que perdí a mi padre y me hubiese encantado poder haber hecho con él esto. Por eso queremos que la gente no espere para hacer esto si quiere hacerlo.

Con vosotros va a ser difícil reunir en un solo número todas vuestras aficiones y habilidades, ¿nos podéis hacer un resumen?

-Arantxa y Antonio: (Risas)

-Arantxa: Antonio es un fotógrafo muy bueno. Ha expuesto en diversas ciudades y ha recibido numerosos premios. En Londres hacía ‘street photography’. Se pasaba todos sus ratos libres en la calle para sacar fotografías. (Antonio se dedicó al ‘Street Photography’ en Londres, ¿sabes qué es?, en las páginas 14-15).

-Antonio: Sí. Ahora es un hobby, pero en Londres podía vivir de ello.

-Arantxa: Es que aquí parece que vamos uniformados, mientras que en Londres te encuentras personas muy distintas y les da igual porque nadie llama la atención.

-Antonio: La calle es mi pasión y me encanta salir a pasear para tratar de inmortalizar detalles invisibles...

-Arantxa: Y bueno, yo soy fotógrafa también y diseñadora de interiores.

¿Este piso lo has decorado tú?

-Arantxa: Sí. Llevamos sólo tres meses en él pero fue amor a primera vista.

Lo habéis convertido en vuestro hogar, con vuestras fotos, vuestras esculturas... Se nota muy cálido.

-Arantxa: Sí. He tratado de que nos sintamos cómodos y no sea un espacio frío y sin personalidad. He colocado cosas nuestras que hacen que nos sintamos como si fuese nuestra casa desde el primer día, a pesar de que estamos de alquiler. Otra de las cosas buenas que tiene son unas vistas de la muralla espectaculares. Antes estábamos a veinte minutos de la ciudad, en un caserío, pero era demasiado tranquilo para nosotros (risas). Ha sido nuestro retiro y hemos vivido bien en el confinamiento porque teníamos un pequeño jardín, menos mal. (Consejos para convertir tu casa de alquiler en tu hogar, en la página 12).

Pasando al tema de la gastronomía, ¿qué dos platos elegiríais?

-Antonio: Uhmmm... Yo soy de buen comer y uno de mis platos favoritos es la berenjena a la parmesana.

-Arantxa: ¡Sí! La primera vez que la probé en casa de su madre me quedé sin palabras... Rosa es la típica ‘mamma’ italiana que te pone plato, otro plato y otro plato... y no para. Quiere que pruebes toda la gastronomía italiana en una cena (risas).

-Antonio: Después de cien entrantes crees haber terminado, pero no, porque después viene el primero, el segundo y para terminar otros cien postres (risas).

-Arantxa: Las tartas que hace están espectaculares, en cada evento improvisa una distinta. Y luego, Antonio hace una pasta con la achicoria que me gusta mucho. (Aprende a hacer penne a la cicoria e ceci y berenjena a la parmesana en la página 21).

¿Qué serie o película nos recomendáis para estas Navidades?

-Antonio: Los dos devoramos series y películas.

-Arantxa: Sí. Tenemos gustos distintos, pero en lo que coincidimos es en que lo que veamos nos tiene que aportar algo a ambos. Eso sí, reconozco que él tiene más cultura cinematográfica que yo...

-Antonio: En mi caso me he enganchado a ‘Young Pope’, con Jude Law, dirigida por Paolo Sorrentino. Me llama la atención los pequeños detalles que hacen la historia en sí. Por ejemplo, ver al Papa tomando una coca-cola porque si no no desayuna. Y en cuanto a películas, mi favorita es ‘American Beauty’.

-Arantxa: Yo elegiría ‘Black Mirror’ y ‘El niño del pijama de rayas’. (¿Has visto la serie ‘Black Mirror’? Descúbrela en la página 16).

¿Y un libro?

-Arantxa: A mí me gusta mucho la psicología y el psicoanálisis, por lo que recomendaría a Jorge Bucay. Con él he logrado hacer una introspección de mí misma. De todos los que te tiene recomiendo ‘Cuentos para pensar’.

-Antonio: Yo ahora estoy leyendo muchas biografías, pero os recomendaría seguir a mi escritor italiano favorito, Alessandro Baricco. Y si tuviera que decir un libro que me ha marcado diría ‘La elegancia del erizo’, de Muriel Barbery. Me identifico mucho con la historia y las sensaciones que transmite. (’Seda’ y otras joyas del escritor italiano Alessandro Baricco, en la página 19).

¿Y si hablamos de música?

-Antonio: De música, me gusta el rock progresivo, Génesis y grupos de esa época, pero de elegir un cantante, sin duda, elijo a Franco Battiato. Es mucho más que un cantante. Era un hombre enorme y para mí ha sido una referencia absoluta en mi juventud. (Un repaso a la carrera del gran cantante italiano Franco Battiato, un artista inmortal en la página 18).

-Arantxa: Yo soy más de blues y de folk...

-Antonio: Sí, a ella no le gusta. En el coche cuando pongo a Battiato apaga la música o cambia (ríen).

“A Arantxa no le gusta nada Franco Battiato y cuando lo pongo en el coche lo apaga o cambia para poner otra cosa”

antonio chiorazzo

arquitecto y fotógrafo

Nació en Matera pero cuando tuvo oportunidad de ir a la universidad se trasladó a Florencia. También ha vivido en Roma y Milán, pero donde más tiempo ha estado es en la capital de la Toscana. Allí conoció a Arantxa, con la que inició hace 14 años un proyecto personal y profesional que ha trasladado a Italia, Inglaterra y ahora a Pamplona. Él se dedica a la parte más técnica de ‘No me sueltes nunca’ por los conocimientos que adquirió en Bellas Artes y Arquitectura. Es fotógrafo y es amante de la ‘street photography’.

“Para las series y las películas tenemos gustos distintos pero coincidimos en que lo que veamos nos tiene que aportar algo”

arantxa berruete

diseñadora

Esta pamplonesa decidió dar un cambio a su vida a los 30 años. Hasta ese momento había trabajado como auxiliar de ambulancias, pero decidió estudiar un Grado Superior de diseñadora de interiores que le llevaron a Florencia a hacer unas prácticas, donde conoció a Antonio, su marido. Se enamoraron en la segunda visita de Arantxa a la capital de la Toscana. Han vivido en Italia, Londres y Pamplona. Su último proyecto es ‘No me sueltes nunca’, una empresa que nació en plena pandemia con el deseo de tener presente a sus seres queridos.

“Cada lugar en el que hemos vivido es distinto y nosotros tratamos de vivir cada sitio al máximo”

“He hecho 9 años de baloncesto, 3 de atletismo y luego terminé en danza-jazz y baile latino”

“En mi caso la actividad física tiene que tener un sentido. En el gimnasio no duro más de 4 meses”

“Si uno vive en muchos lugares te das cuenta de que adaptarse es supervivencia”