Del 19 al 27 de septiembre, la capital guipuzcoana se transforma en un escenario de película, donde este año el público puede seguir de cerca las entrevistas a directores y actores españoles en un espacio instalado en la céntrica plaza Okendo.
Donostia vuelve a ser la capital mundial del cine. Su festival, que alcanza este año su edición número 73, llena nuevamente la ciudad de estrenos, alfombras rojas y rostros famosos de la gran pantalla. Durante estos nueve días, el séptimo arte se entrelaza con la vida cotidiana de Donosti, que abre sus calles, teatros y plazas a todos los visitantes.
La ciudad invita a recorrer su Parte Vieja, visitar el puerto, y, por supuesto, disfrutar de su gastronomía, con sus pintxos, terrazas y restaurantes de alta cocina. Entre película y película, siempre se puede pasear por la bahía de La Concha, acercarse al Peine del Viento o subir al Monte Igueldo para contemplar unas vistas espectaculares.
En este escenario de película, Repsol acerca el certamen a cinéfilos y al público en general. Hasta el 27 de septiembre, la plaza Okendo acoge el Espacio Repsol, donde el equipo de Kinótico —medio de referencia en el ámbito audiovisual español—entrevistan a actores y directores invitados, además de realizar mesas redondas y grabar su pódcast diario. En este espacio, alimentado con placas solares, se van a grabar cerca de 90 contenidos, lo que ofrece a los espectadores la oportunidad de ver y escuchar de cerca a los protagonistas de la gran pantalla, en un formato accesible y gratuito que convierte cada conversación en una experiencia irrepetible.
“La idea es que quienes visiten Donostia durante esos días no solo vean cine, sino que también lo vivan de cerca”, explican desde Kinótico sobre este espacio, que se ha convertido en un lugar clave para los amantes del séptimo arte, donde pueden conocer de primera mano todos los detalles sobre las películas y series presentadas. Además, en esta zona pueden recargar el móvil con energía solar y ganar premios exclusivos, como entradas dobles para algunos de los estrenos previstos en el festival.
En esta céntrica plaza, los asistentes también tuvieron la oportunidad de vivir también una experiencia única: la actuación de la Rondalla Santa Eulalia de Mos, algunos de cuyos integrantes participan en el nuevo largometraje de Daniel Sánchez Arévalo. Rondallas cuenta cómo un pequeño pueblo marinero, tras el naufragio de un barco pesquero, decide recuperar la ilusión formando una rondalla con niños y mayores. Esta agrupación musical hizo disfrutar –y hasta emocionarse– a los espectadores con su música y su energía colectiva, tras viajar desde Vigo en un autobús alimentado con combustible 100% renovable de Repsol.
Además del espacio instalado en el centro de la ciudad, Repsol aporta diversas soluciones energéticas que facilitan el desarrollo de este evento y contribuyen a la reducción de su huella de carbono. En el ámbito de la movilidad, una veintena de coches eléctricos de la organización están funcionando con electricidad suministrada por la compañía energética, mientras que la flota de vehículos oficiales para invitados y el autobús que los trasladará a la Fiesta de Clausura se mueven con combustibles 100% renovables. Este tipo de combustible se utilizará también para alimentar los tres grupos electrógenos que generarán la electricidad en la citada fiesta, que pondrá punto final al festival mañana sábado en el Palacio Miramar.
La presencia de Repsol aporta energía para que cada detalle del certamen funcione y se disfrute al máximo. El resultado es una semana en la que todo fluye: desde las películas y series que se proyectan en las salas, al brillo de las estrellas en la alfombra roja, pasando por los espectadores y la ciudad. Es la magia del cine, que late con más intensidad que nunca para que cada día del festival sea, literalmente, de película.