El sector primario, uno de los motores que impulsan la economía vasca, asume su futuro inmerso en un complejo escenario de retos y afrontando los problemas que le afectan, como el relevo generacional, uno de los más acuciantes. Con tales cuestiones sobre la mesa realizaron un diagnóstico de la situación los expertos reunidos en el Encuentro DEIA: Sector Primario, celebrado en las instalaciones del periódico. Moderados por Verónica Arrieta, directora de la Escuela Agraria de Derio, perfilaron la realidad actual del mundo baserritarra Martín Uriarte, director gerente de Lorra S. Cooperativa; Iker Iglesias, director gerente de Goimar; e Iñigo Bilbao, responsable de Servicios Técnicos de ENBA - Euskal Nekazarien Batasuna.

La incertidumbre que rodea el futuro del sector primario por la falta de relevo generacional sirvió de arranque a la cita. Así lo verifican los datos del Eustat, que fijan la media de edad del primer sector en torno a 60 años.

Ello provoca una preocupación creciente ante la cual, el director gerente de Lorra S. Coop. reclama a la Administración hacer un plan estratégico “para ver qué situación se atisba de aquí a cinco o diez años, dado que las estadísticas muestran que por cada explotación que lidera un hombre o mujer de menos de 41 años, hay 13 de más de 55. Desde su relación con el emprendizaje del primer sector en Bizkaia, Martín Uriarte confirma que “este año han entrado 25 personas y posiblemente salgan 100, sobre todo por jubilación, con lo que no se cubren las vacantes que van quedando. Y esto es una constante, aunque las explotaciones que comienzan o persisten son cada vez más grandes, más profesionales y competitivas”. A su modo de ver “no hay una conciencia real de la situación en la que nos encontramos”.

Entre las nuevas incorporaciones priman este año las de relevo generacional. Como novedad se registra una explotación de gallinas camperas y una de vacuno de leche de nueva instalación, en Karrantza cuya titular es una mujer. De hecho, “curiosamente destaca este año la equidad entre mujeres y hombres titulares y cotitulares de explotaciones, que ronda el 40% de mujeres y el 60% de hombres”, resalta Martín Uriarte.

Más jóvenes y mujeres Al hilo de lo expuesto, el representante del sindicato ENBA apunta que “en los planes de desarrollo rural se debe impulsar la incorporación de jóvenes mujeres agricultoras y ganaderas, porque sin ellas desaparecerá el sector. Y asimismo, medidas de acompañamiento por ejemplo, en los embarazos”.

A este respecto, Verónica Arrieta, como directora de la Escuela Agraria de Derio, trae a colación las trabas que en ocasiones encuentran en determinadas empresas que siguen siendo reticentes a la incorporación de mujeres. “Hay muchas menos mujeres estudiando una FP agraria que hombres y a ello se suman las dificultades citadas. En concreto, determinados sectores, como el forestal, está vetado para las mujeres”, remarca.

Ello pese a que “hoy en día, el diferencial de fuerza entre el personal masculino y femenino es solventado con el empleo de maquinaria y automatismos en las explotaciones”, especifica el director gerente de Goimar.

Por su parte, Verónica Arrieta recuerda que “tradicionalmente, la mujer ha trabajado tanto como el hombre y ha llevado la gestión a la sombra, aunque como titular de las explotaciones figurara el hombre”.

En este punto, la figura de las ETC (Explotaciones de Titularidad Compartida) que ha traído la Ley de la Mujer Agricultora “ha sido muy positiva para sacar del anonimato a mujeres que llevaban el peso de la explotación en muchos casos, revalorizando su papel”, recalca el director de Lorra, a la vez que se muestra satisfecho porque “en el plan de ayudas también están teniendo ventajas”.

Del mismo modo, Iker Iglesias opina que “si no se reconoce el papel de la mujer en las explotaciones vamos a ir claramente hacia atrás” y se congratula de que “en este momento se está empezando a ver el papel real de la mujer en el caserío”.

Como solución a la falta de nuevas incorporaciones, el director gerente de Goimar propone “la implicación de la Administración, porque el sector es la asignatura maría en todos los programas de Gobierno. Es muy complicado empezar desde cero. Incluso es difícil tomar el relevo con los medios de casa, ya que ello implica siempre una modernización de las instalaciones pensando en los próximos 30 o 40 años, con el consiguiente esfuerzo inversor, que está poco ayudado”.

Modelo de sector En cuanto a modelo de sector cree que “en Euskadi vamos a la contra que el resto del Estado. Aquí no hay grandes grupos cooperativos en ganadería, por ejemplo, que estén tirando claramente del sector, no hay integraciones reales completas. Es muy difícil que nuestro baserritarra subsista en el sector de venta libre, a excepción de los del sector ovino, con la fórmula de producción de queso artesanal Idiazabal. De ahí que este sector esté desapareciendo. Es un problema común en toda la cornisa cantábrica”, sostiene.

En su balance de la situación llega a la conclusión de que “las cooperativas todavía no han dado la voltereta de fusionarse y ello conlleva que el baserritarra que se quiere incorporar al sector debe crear una microempresa, lo que es complejo per se. Una complejidad extra que no está suficientemente valorada ni ayudada”.

También el representante del mundo de las cooperativas, Martín Uriarte, piensa que “la concentración y la fusión cooperativa es una asignatura pendiente para tratar de juntar oferta y poner productos en el mercado, en el lineal del que consumen la mayoría de los ciudadanos”. No obstante, concibe la coexistencia de este modelo con el de los baserritarras que cierran el ciclo y comercializan ellos mismos, por ejemplo, las cestas de productos ecológicos. En cualquier caso, según aducen los expertos, “en el modelo de cadena corta está habiendo una selección natural, se está produciendo una criba y están quedando los mejores”. Una salida esta que requiere “ser muy bueno, porque una vez que se incorpora el joven al sector tiene que ser productor, envasador, distribuidor, administrativo y comercial”, alerta Iker Iglesias. A la postre, para todos los expertos, “lo importante es que se incorporen buenos profesionales”.

Con respecto al modelo de comercialización, Iker Iglesias, desde su óptica como miembro de la junta del Consejo de Agricultura y Alimentación Ecológica de Euskadi, Eneek (Euskadiko Nekazaritza eta Elikadura Ekologikoaren Kontseilua), y de Intereco, entidad pública para la promoción y el desarrollo de la agricultura ecológica, propugna que “el reto en el sector ecológico es adaptarnos al sistema de distribución actual. Aquí nos hemos obsesionado con tiendas especializadas y cadena corta”, insiste, a la vez que destaca las apuestas de Eroski y Carrefour por el sector ecológico.

Sin embargo, especifica que “no hay producto de aquí en los lineales, quizás porque hoy en día la ecología se entiende en Euskadi como una filosofía de vida, no como una forma de producción, y los productores producen cerrando el ciclo, en mercados pequeños, de forma directa y en contacto directo con el consumidor, viendo al mundo cooperativo como malicioso. “La gran distribución es para ellos el enemigo, y eso tiene que cambiar”, reivindican desde Lorra. Lo que Iker Iglesias apuntala afirmando que “desde Eneek se está intentando hacer ver ese cambio, siempre respetando la coexistencia de ambos sectores”.

En esta coyuntura, Verónica Arrieta cuestiona si con la producción agroecológica que hay -solo supone el 1% de la producción total- se podrían llenar los lineales de los supermercados. Al entender de Iker Iglesias, es necesario crear agrupaciones de productores cooperativizados que puedan aportar producto a ese canal de comercialización, y ese cambio de mentalidad parte de las nuevas incorporaciones, de las escuelas agrarias, parte de que les expliquemos bien a las personas que se incorporen al sector que la distribución no es el diablo”.

El gerente de Goimar zanja la cuestión planteando la necesidad que tiene el sector de “una mesa de catarsis en la que nos sentemos todos los agentes implicados, borrando estereotipos y normalizando el sector, como se ha hecho en el resto de estados de la UE, que poco a poco van evolucionando. En Euskadi tenemos lo más importante, que es el cliente, con conciencia ecológica y social y con poder adquisitivo. Pero hace falta una reflexión conjunta”.

En este terreno, desde la Escuela Agraria de Derio detectan que la formación es esencial, a pesar de que “el sistema convencional cada vez es más ecológico y el productor está comprometido con el medio ambiente porque la sociedad demanda ese tipo de producto”, constata Martín Uriarte, quien refuerza la idea de que no son mundos antagónicos, ni modas. De hecho, “en Euskadi la producción convencional se está haciendo muy bien”, alaba Iker Iglesias.

Las explotaciones hortícolas, frutícolas y ganaderas utilizan menos producto químico, buscan generar menos residuos, hay más control? coinciden en señalar los expertos al tiempo que recuerdan el compromiso del sector primario con el medio ambiente. De ello tienen profundo convencimiento en Lorra: “el productor siempre ha sido el más comprometido con el medio ambiente por necesidad, porque es de lo que vive. Así, el agricultor ha compostado toda la vida, ha reutilizado el estiércol para abonar, ha introducido animales como cabras y caballos en fincas para evitar matorrales, etc. En el baserri nada se tiraba, allí funcionaba ya lo que hoy llamamos economía circular, en torno a la cual llevamos dos años tutorizados por el Ministerio”.

En este escenario, en beneficio de la competitividad, hoy por hoy hace falta “dar la vuelta al sistema de distribución agroecológico y adaptar los modelos de explotación a este tipo de producciones”, confirma el director gerente de Goimar.

Protección de especies Por lo que se refiere a la protección de especies y sus consecuencias para las explotaciones agrícolas y ganaderas, tan en boca de los agentes del sector, el representante del sindicato ENBA pone sobre la mesa que “nos enfrentamos más a tendencias especistas que animalistas. Entendemos que desde la Administración se defienda que tiene que haber diversidad de especies (lobos, corzos, jabalíes?) pero también defendemos que hay otros animales que tienen el mismo derecho a subsistir como especie, véanse la oveja latxa o la cara negra carranzana, la cabra azpi-gorri, el caballo de monte vasco? Son animales depredados por el lobo. Las políticas que se están desarrollando están defendiendo a algunas especies sobre otras. Y Euskadi tiene buen número de razas autóctonas que hay que defender en el mismo nivel. Lo que está ahora en peligro de extinción en nuestro territorio son las campas, el ganado?”, dice con el asentimiento de Martín Uriate.

En este sentido, Iker Iglesias, desde la empresa privada, argumenta que “introducir el lobo como especie amenazada con un plan de protección es una aberración. El lobo es una alimaña y no está gestionando el suelo, es el ganadero el que tiene actividad económica. Habría que hacer un plan gestor en el que se pueda convivir con la ganadería pero primando esta”, en lo que coinciden sus compañeros en el encuentro. De hecho, en Lorra se muestran preocupados porque “la forma de luchar contra el lobo es por medio de mastines, y estamos buscando remedios peores que la enfermedad”. “El lobo en toda Europa es una especie en expansión, en cambio, la ganadería extensiva es una actividad en peligro de extinción”, resume Iñigo Bilbao, desde ENBA.

Derivado del descenso de tales explotaciones viene directamente “la evolución del jabalí como auténtica plaga”, concreta Iker Iglesias. En áreas rurales lo considera “insufrible”, y como curiosidades refiere que, “por el riesgo que supone, todos los vecinos de zonas rurales tenemos ya asegurado el coche con el extra del jabalí y la venta de pastores eléctricos se ha multiplicado por seis para protegerse de este animal. La conciencia medioambiental pesa, por tanto, mucho, en este tema, como en el de la caza, sin pensar en la gestión del suelo que esta hace en algunas zonas”.

Modernización La modernización de las instalaciones en el sector primario es una necesidad urgente, como la introducción de las TIC (redes sociales, aplicaciones de móvil, informatización?) para mejorar la comercialización, darse a conocer? Al abordar este tema, el director gerente de Lorra afirma con rotundidad que “en Euskadi, y Bizkaia en concreto, el sector primario está aún en el Pleistoceno digital respecto a otros sectores, estamos a la cola del resto de sectores, exceptuando la pesca, que está algo más tecnificada” Una afirmación avalada por cifras del Eustat, que muestran que solo un 18-20% del sector primario tiene correo electrónico y menos de un 80%, teléfono móvil. Ello fundamentalmente por la edad, ya que solo un baserritarra de cada 13 es joven.

En Lorra viven de cerca esta situación, por lo que reclaman cursos de formación para utilización de smartphones y tabletas, ya que “creemos que hoy en día son herramientas fundamentales por la inmediatez de las comunicaciones que facilitan y reducción de costes incluso, vía WhatsApp por ejemplo, y para estar comunicados con el mundo”. A este respecto tienen entre manos el proyecto de hacer una miniweb de todas sus explotaciones porque “la venta on line se va a imponer en el futuro como una línea más de comercialización y nuestras explotaciones deben estar preparadas”, revela Martín Uriarte.

En Goimar, la empresa más antigua de Euskadi de su sector, la muestra más clara de la introducción de nuevas tecnologías la encuentran en las explotaciones de lácteos, donde se están convirtiendo en indispensables los robots de ordeño por la calidad de vida que proporcionan, y ya están totalmente ligados al móvil. Incluso tenemos dos pastores que aunque tienen perros, trabajan con drones. Y en vacuno extensivo hay ganaderos jóvenes que emplean sensores de rabo que marcan parto. Nosotros mismos hemos robotizado nuestra línea de producción”, confiesa.

Con todo, por unanimidad, los expertos perciben que las explotaciones se han modernizado y “si el baserritarra quiere seguir tirando hacia delante tiene que estar formado en nuevas tecnologías”.

En materia de tecnología relacionada con el medio ambiente, ENBA da a conocer una propuesta conjunta que este sindicato está haciendo a la Administración, junto a Lorra y Ehne, para mediante las nuevas tecnologías, adoptar nuevos sistemas de gestión que les permitan reducir las emisiones de amoniaco y metano, que junto con el CO2 son generadoras del efecto invernadero. Un compromiso del sector hacia la sociedad y con el medio ambiente, al que de momento no obliga la normativa”, lo que valora en gran medida. De esta forma se avanza en la gestión de residuos de estiércol o de purines de un modo más sostenible y prudente con el medio ambiente.

Las propias empresas productoras de piensos, en sus formulaciones intentan también reducir la huella de carbono, atestigua Iñigo Bilbao.

Prevención de riesgos En el marco de una situación que desde el sindicato ENBA consideran “mejorable”, el sector está trabajando para autoorganizarse con objeto de mejorar la seguridad en el trabajo.

Para el director gerente de Lorra, se trata de una de las debilidades a nivel de explotación. “Prueba de ello es que todos los años se registran muertes por accidentes, sobre todo en el sector forestal más que en el agrícola-ganadero. En las explotaciones grandes se ha atendido este tema pero falta solucionarlo en las más comunes, como son las familiares”. En este ámbito trabajan con un servicio de prevención mancomunado para implementar esta buena práctica.

En ello se está trabajando. El plan estratégico Nekapreven II, en el que participa el Gobierno vasco con los agentes del sector, los sindicatos y centros de gestión, trata de incrementar la sensibilización a favor de una cultura de la prevención y de reducir la accidentalidad y mejorar la seguridad.

“Es una tarea muy complicada, de concienciación, y que machacamos mucho en la Escuela Agraria de Derio”, comunica Virginia Arrieta.

En suma, los expertos reunidos propugnan al unísono que “hay que forzar esa sensibilización en relación con los riesgos laborales”. Pese a ser una labor lenta, no hay que tirar la toalla”.

Matadero en Bizkaia La necesidad de un matadero en Bizkaia es una reclamación colectiva para la cual se ha creado incluso una asociación, Lardeki, centrada en el impulso del mismo. “Es, quizás, el único tema en el que nos hemos juntado los dos sindicatos, Lorra, la mayoría de las asociaciones de productores, de ganaderos? ya que tenemos claro que un matadero fija actividad productiva en su entorno. En definitiva, para poder comercializar los productos ganaderos hace falta un matadero, sin él, se reduce la actividad económica de la ganadería a la mitad”, arguye con preocupación el representante de ENBA, apoyado por los de Lorra y de Goimar. “La Administración tiene un papel importante para decidir si quiere o no ganadería y carne de calidad en Bizkaia”, advierte ante una situación del sector ganadero que se va agravando por esta carencia. Y al unísono apelan a un servicio público o semipúblico, para impulsar el sector.

Banda marrón del pino Inmersos en el problema de la banda marrón del pino, desde el sindicato ENBA creen equivocada la decisión del Ministerio de no autorizar el tratamiento de vía aérea, ya que el que se tiene que hacer vía suelo para parar el avance de la enfermedad “es más costoso y menos eficiente”. Sin embargo “hay que hacerlo, ya que si no, todas las plantaciones de pino in signis tienen riesgo de desaparición en unos dos años, con el importante desastre de mercado que ello conllevaría, así como paisajístico, además de reducir la diversidad forestal que tenemos”.

A la pregunta formulada por Verónica Arrieta respecto a si el cambiar de especie a otras económicamente rentables puede traer, a su vez, un problema para la industria de transformación de la madera, pensada para pino in signis, desde ENBA confirman que “efectivamente, hace falta un plan de adaptación para todo este sector”.

Igualmente, ante la acumulación de madera y celulosa actual se están abriendo oportunidades de aprovechamiento. “Es una pena que se esté aprovechando para hacer política con un problema gravísimo que afecta a mucha gente y a un sector económico fuerte en Euskadi. Habría que arreglarlo y hacer una reflexión respecto al sector mínimamente autocrítica para hacer una gestión del mismo diferente en el corto, medio y largo plazo”, concluye Iker Iglesias.