El Banco de Pagos Internacionales (BPI) prevé que la subida de los precios de las materias primas será menor que la que se produjo en la década de 1970. El BPI dice en su Informe Económico Anual de 2022, publicado ayer domingo, que hay razones para esperar que el encarecimiento de las materias primas será “menos perturbador” que en los años setenta porque es proporcionalmente menor.

Además, la economía global es más eficiente en el uso de muchas materias primas y el contexto inflacionario es más benigno. Pero, advierte el BPI, se podrían producir “resultados adversos” si se repiten los errores de los años 70 del siglo pasado. La reciente subida de los precios de las materias primas difiere de la de entonces, cuando se concentró en el mercado del petróleo.

En la crisis de 1973 los precios del petróleo se duplicaron en un mes y también subieron de forma similar en 1979, aunque de forma más gradual. “La reciente subida de los precios del petróleo ha sido moderada en comparación”, según el BPI, cuya sede está en la ciudad suiza de Basilea. Los precios del petróleo han aumentado un 50% desde mediados de 2021, aunque subieron más por poco tiempo después del inicio de la guerra en Ucrania a finales de febrero.

Por ello, añade el BPI, los precios del petróleo hoy en día están dentro del rango de las medias a largo plazo, en niveles similares a los de mediados de 2014 en términos nominales, sin descontar la inflación, y un 20% más bajos en términos reales, descontada la inflación. Por el contrario, la crisis de los 70 llevó a los precios del crudo a máximos históricos. Otra diferencia en la crisis energética actual y la de entonces es que entonces la subida se concentró en el precio del petróleo y ahora ha subido también el precio de otras materias primas energéticas, de los productos agrícolas, de los fertilizantes y de los metales, porque Rusia y Ucrania son grandes productores.

El precio del gas natural se ha cuadruplicado en Europa desde mediados de 2021 y comienzos de 2022 y se ha multiplicado por ocho respecto al nivel anterior a la pandemia. Además, la producción de petróleo global bajó un 5% en la crisis de 1973 y la caída del consumo de crudo de las economías avanzadas fue mayor, del 8%, debido en parte a embargos. “El aumento de los precios de las materias primas el año pasado estuvo acompañado por un aumento modesto en la producción de muchas materias primas, aunque no del petróleo”, dicen los economistas del BPI.

No obstante, el BPI advierte de que el próximo año se pueden intensificar las perturbaciones en la oferta y de que la guerra en Ucrania va a reducir la producción del trigo y el maíz y de los fertilizantes. Las sanciones al petróleo y al gas ruso representarán “una reducción efectiva en la oferta de estos productos”, según el BPI. Rusia ha producido en los últimos años un 12% de la producción global de petróleo y un 17% de la de gas.

Además, ahora el encarecimiento de la energía lastrará menos el crecimiento que en entonces, porque la cantidad de energía que se necesita para producir bienes y servicios ha caído un 40% desde finales de los 70. El entorno inflacionario es ahora más benigno que entonces y, aunque la inflación ha subido mucho desde comienzos de 2021, esta subida se produce tras años de inflación muy baja.