La presión de los precios se nota en el día a día de todos los hogares y en especial en los que tienen ingresos más bajos. A pesar de que Euskadi tiene las pensiones medias más altas del Estado, ese colectivo es tan amplio que hay sensibles diferencias en las percepciones, pero a todos ellos tienen en común que la notable revalorización de este arranque de año no cubre el exigente rallye de la inflación.

Según datos hechos públicos ayer martes por el Ministerio de Seguridad Social, la nómina de las pensiones superó a 1 de abril los 756 millones de euros, lo que supone un repunte del 6% del gasto en los últimos doce meses cuando el número de pensionistas solo ha aumentado en Euskadi en un 0,6%. Sin embargo, el IPC ha avanzado en ese periodo un 9,5% impulsado sobre todo por productos a los que están expuestos los pensionistas: la alimentación y la energía.

Ese desajuste de tres puntos y medio se corregirá a medida que avance el año si se cumplen las previsiones de los expertos, pero de momento está recortando su capacidad de compra.

Desde el año 2011, cuando el IPC creció un 3,2%, los precios han dado tregua a los hogares con crecimientos mínimos y algunos años en negativo. De modo que una subida media real del 2% garantizaba cierta estabilidad en el poder adquisitivo.

La inflación ha roto los equilibrios en el cálculo del incremento de las prestaciones contributivas. Con una subida media cuatro puntos por encima de la registrada los últimos años, el esfuerzo en el gasto público se queda corto.

sostenibilidad

Se enquista así el problema de sostenibilidad que arrastra el sistema desde hace años y aumentan las tensiones a ambos lados de la ecuación: El Estado tiene que destinar más recursos, pero quienes los reciben no lo notan en el bolsillo, más bien al contrario.

Hay un dato que ilustra la situación. El gasto en pensiones supone en estos momentos un 12% del Producto Interior Bruto del Estado, dos puntos más que la aportación de todo el sector agroalimentario a la economía española.

La pensión media en Euskadi es la de mayor cuantía de todas las comunidades autónomas y se situó, a fecha de 1 de abril, en 1.348,29 euros. El importe medio de las pensiones en el conjunto del Estado fue de 280 euros menos que las del País Vasco, al situarse en 1.087,48 euros y crecer un 5,41% en términos interanuales. Según los datos del Ministerio, se contabilizaron 568.316 pensiones en Euskadi, el 5,72% del total del conjunto del Estado.

Por territorios, la pensión media es mayor en Araba (1.369,58 euros) que en Bizkaia (1.360,30) y en Gipuzkoa (1.320,96).

La pensión media de jubilación en Euskadi era a esa fecha de 1.543,07 euros, superior a la de incapacidad permanente (1.326,92) y a la de viudedad, fijada en 944,79 euros, mientras que la de orfandad se situó en 524,35 euros y la regulada como "a favor de familiares" en 795,53 euros.

En el conjunto del Estado, la nómina mensual de las prestaciones contributivas de la Seguridad Social se situó en 10.789 millones de euros en abril, un 4,9% más que el mismo mes del año pasado.

El 72,30% de esta nómina de las pensiones, 7.807,9 millones de euros, se destinó al abono de las pensiones de jubilación, una cuantía que ha subido un 7,11% en los últimos doce meses, mientras que a pensiones de viudedad se dedicaron 1.826,4 millones, un 5,09% más.

En Euskadi, el mayor incremento se produce en las pensiones de jubilación, con un repunte del 6,7%. Tres puntos por encima del repunte de las prestaciones por viudedad y lejos del 1,6% de crecimiento de las pensiones por incapacidad. De modo que son los trabajadores que se retiran, el crecimiento natural, los que más tensionan las arcas públicas.

Fiscalidad. El presidente del Foro de Expertos de BBVA de Pensiones, José Antonio Herce, reclamó ayer el mismo tratamiento fiscal para todos los productos previsionales, de manera no haya diferencias entre los planes de pensiones de empleo, los planes de pensiones individuales y las pensiones públicas financiadas por las cotizaciones a la Seguridad Social. A su juicio, los planes de pensiones individuales, "están mucho peor tratados fiscalmente que los vehículos" colectivos o ligados al secto público.