La economía vasca creció un 5,7% en el primer trimestre de este año respecto al mismo periodo de 2021. El empleo, por su parte, avanzó un 5%. Son ritmos poco habituales en Euskadi, reflejo del empuje de la recuperación tras los meses más duros de la pandemia Ambos repuntes están eso sí por debajo de lo inicialmente calculado, porque empieza a notarse el impacto de la variable no esperada: la invasión de Ucrania, que ha agravado las tensiones derivadas de la escalada de precios de los últimos meses.

En concreto, según los datos hechos públicos ayer lunes por Eustat, el PIB creció entre enero y marzo un 1% en términos trimestrales, cuando la previsión de enero era del 1,6%. Con todo la actividad continúa siendo intensa, a pesar de que esas dos cuestiones, que afectan a toda la cadena productiva, siembran de incertidumbre el escenario productivo. De una forma u otra, las empresas están sorteando de momento los obstáculos y la esperada desaceleración todavía no ha pasado factura.

La previsión para el conjunto del año es del 4,5%, rebajada en algo más de dos puntos hace un mes por el Gobierno vasco. Para el primer trimestre se calculaba un 5,6%, que se ha quedado ligeramente corto, y el Departamento de Economía estima que el crecimiento del resto de trimestres rondará el 4%, lo que garantiza que Euskadi se mantendrá en la zona de crecimiento sólido.

El Instituto vasco de Estadística, Eustat, presentó ayer lunes un avance de la evolución del Producto Interior Bruto entre enero y marzo. Habrá que esperar a principios de junio para conocer el detalle del comportamiento de la economía. No obstante, Eustat ya avanza que la industria es el sector con “mejor comportamiento” en el arranque del año.

Una relativa sorpresa porque se intuía que el sector transformador iba a notar la tormenta muy rápido y que después se contagiaría el resto de la economía. A tenor de los datos, las fábricas han continuado entregando los pedidos cerrados con anterioridad y han mantenido su actividad comercial. De modo que las empresas manufactureras han liderado el crecimiento en el primer trimestre y traccionado al resto de actividades.

Récord de empleo

Si se tiene en cuenta que cada puesto de trabajo que se crea en la industria genera cuatro empleos en otros sectores, a la espera del impacto final de las tensiones derivadas de los precios y de la guerra, el viento sopla muy a favor en términos macro. Es cierto que el barco de la economía se frena por el entorno inflacionista y el impacto del conflicto bélico, pero aún así sigue avanzando y a un ritmo alto, lo que permitirá seguir generando empleo en lo que queda de año. Una buena noticia después de un arranque muy positivo del mercado laboral vasco en el primer trimestre.

El empleo, medido como puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, repuntó nueve décimas entre enero y marzo respecto a los últimos tres meses de 2021. La economía vasca encadena así cinco trimestres de recuperación del empleo. Si se compara con el primer cuarto del año pasado el avance es del 5%.

En número absolutos, Euskadi ha generado casi 46.300 puestos de trabajo en los últimos doce meses, de los cuales algo más de 8.600 se han creado en el arranque de este año. Son ritmos muy elevados, de récord, sujetos en cualquier caso a la evolución de los problemas que rodean a la actividad económica, que empezarán a restar a partir de ahora. En la última revisión de las previsiones macroeconómicas el Gobierno vasco preveía que el sector más afectado por esta crisis fuera precisamente el que mejor comportamiento ha tenido estos tres primeros meses del año, la industria.

Para el conjunto de 2022 la previsión de crecimiento de la actividad industrial se ha reducido del 6,6% inicial al 3,9%. El resto de actividades también se verán perjudicadas, así como el consumo, ya que se contendrá el gasto de las familias por la incertidumbre generada por la crisis y por la alta inflación. Lo mismo ocurrirá con la inversión de las empresas.

En ese contexto, el Gobierno vasco advierte de que la economía mundial “se encuentra todavía en proceso de recuperación de los efectos negativos de la pandemia”. Aunque se esperaba que la normalidad “se fuera instalando a lo largo de los próximos trimestres” debido a los avances en materia sanitaria y al efecto tractor de las ayudas públicas, la “guerra iniciada por Rusia anula radicalmente cualquier previsión económica elaborada antes del 24 de febrero”. Y en Europa el principal destino de las empresas vascas, la recuperación “quedará seriamente retardada y debilitada”, sostiene el Ejecutivo.

Dinamismo4,5%

previsión del PIB este año. La economía vasca creció un 5,7% entre enero y marzo, cinco décimas menos que la previsión inicial, pero una décima por encima de la revisión a la baja realizada por Lakua hace un mes. El impacto de los precios y la guerra frenará el PIB los próximos meses, que crecerá un 4,5% en el conjunto del año.

5%

repunte del empleo. El mercado laboral vasco muestra un gran dinamismo, con un crecimiento en lo que va de año del 5%.